domingo, 3 de febrero de 2013

Neuromante (1984). William Gibson

Mi siguiente novela en mi lista de títulos decepcionantes es la multipremiada "Neuromante", primera novela de William Gibson e iniciadora del denominado cyber-punk, uno de los subgéneros de la ciencia-ficción más cultivados en las últimas décadas. Es uno de esos libros que marcó en su momento la ciencia-ficción, por lo cual para muchos críticos es de lectura imprescindible. Hay que entender que en 1983 conceptos como ciberespacio, realidad virtual, implantes o chips eran aún minoritarios, y esta novela fue la primera en incorporarlos a la ciencia-ficción. Eso y la certera visión de muchos de los graves problemas que esperaban a la humanidad en las próximas décadas le granjearon una fama enorme. Sin embargo, si nos abstraemos de lo que representó en su momento y nos enfrentamos con ella por primera vez en este 2013, saldremos defraudados.

Es una novela tan complicada de seguir que para sintetizar mínimamente su argumento he tenido que recurrir a la ayuda de varias publicaciones especializadas: Henry Dorret Case es un "vaquero de consola" (una especie de pirata informático capaz de conectarse al ciberespacio para robar información), a quien se le ha mutilado su habilidad. Hasta que surge el inclasificable Armitage, que se encarga de curarlo a cambio de su colaboración en unos turbios asuntos, y su guardaespaldas-samurai, una mujer llamada Molly. A partir de ahí sus aventuras los llevan por varias ciudades de una Tierra sucia decadente y contaminada, y de ahí a una extraña ciudad espacial dominada por un clan cuyos fantasmales miembros prefieren clonarse o congelarse durante años.

La ambientación creada por Gibson es quizá, junto a su carácter de precursora, lo mejor de "Neuromante". De hecho, recuerda a veces a la de Philip K. Dick (opresiva, negativa, urbana y con un trasfondo oriental). Eso sí, literariamente no raya a la misma altura: con frecuencia las conversaciones son entrecortadas, y la prosa es florida y tan abundante en términos desconocidos que dificultan la lectura. Y además, la trama es prolija en ramificaciones y saltos de realidad, lo que causa que aproximadamente hacia la mitad de la novela el lector desista de comprender lo que se le está narrando y se limite sin más a seguir la lectura. Sin por ejemplo cuestionarse por qué Molly y Case prosiguen con su parte de la misión encargada por Armitage, si éste ya no está para dirigirlos y obligarles.

Otros defectos de la novela derivan de ese carácter precursor que Gibson quiso que impregnara a toda costa su novela. Por ejemplo, su obsesión porque todos sus personajes se droguen no es en absoluto relevante para la narración. O el cuestionable papel que concede al elemento científico tal cual se espera en una novela de ciencia-ficción (así, respecto a los miembros del clan que se congelan dice "Aquí no se trata de perforar o inyectar, sino de entrar en interfase con el hielo, tan lentamente que el hielo no se da cuenta"...). O un deselance decepcionante, más alegórico que clarificador, tanto que da la impresión que Gibson intenta aclarar en la Coda con la que cierra finalmente la novela.

En suma, demasiados inconvenientes como para recomendar su lectura. De hecho, Gibson extendió el universo de la novela original en otras dos novelas (Conde Cero y Mona Lisa Acelerada), conformando así la llamada Trilogía del Sprawl, pero como pueden deducir de esta reseña, no me he animado a leerlas. Y es que en mi opinión la máxima aspiración de cualquier obra de arte debe ser que sea capaz de sobrevivir a la época en que se escribió para poder ser apreciada en otras épocas. Cosa que, pienso yo, con "Neuromante" no sucede.

8 comentarios:

  1. Hola.. Es verdad que Neuromante es una obra complicada, incluso farragosa. La trama, si no fuera por lo recubierta de argot y descripciones confusas que está, es bien simple. Pero la importancia de Neuromante radica en que, aunque no inventó el ciberpunk, sí aportó una obra inmediatamente identificable con él. Sólo por el hecho de que inventó la palabra "ciberespacio" ya merece la pena pasar a la historia. Por otra parte, muchos de sus elementos fueron luego tomados por otros creativos para incorporarlos a sus respectivas novelas, películas, programas de TV o comics -y no siempre relacionados con la CF-. El "ciberpunk" resultó ser más ruido que nueces y todo lo que, según sus defensores (especialmente Bruce Sterling), tenía de revolucionario, acabó convirtiéndose en un subgénero más, un movimiento o moda puntual, influyente, desde luego, pero que no supuso una ruptura radical.

    Un saludo

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  2. Gracias por tu comentario, Manuel. Me alegra ver que coincides razonablemente con mi percepción, en especial en lo relativo a su simplicidad y a lo confuso de su narrativa. En su momento fue un hito, pero creo que para la mayoría de sus potenciales lectores en este 2013 sería una decepción.



    Un saludo

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  3. Gracuas por tu comentario, Yamill. Estoy convencido de que nunca fue una gran novela, pero es que además ha envejecido bastante mal.

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  4. Hola a todos. Coincido. en estos momentos estoy terminado de leer Neuromante.por lo menos para mi un libro muy confuso. No es lineal en casi ningun momento.pero también no creo que con los años allá desepcionado, convengamos que el mundo y las grandes corporaciones de la ciencia y la tecnología se encaminan hacia eso !!. Por otro lado creo qué cuando en 1999 los Wachowski escribieron The Matrix varios conceptos fueron tomados de ese libro y en ese momento creo que Neuromante en algun punto fue mas trascendental.
    Saludos.

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  5. Hola a todos. Coincido. en estos momentos estoy terminado de leer Neuromante.por lo menos para mi un libro muy confuso. No es lineal en casi ningun momento.pero también no creo que con los años allá desepcionado, convengamos que el mundo y las grandes corporaciones de la ciencia y la tecnología se encaminan hacia eso !!. Por otro lado creo qué cuando en 1999 los Wachowski escribieron The Matrix varios conceptos fueron tomados de ese libro y en ese momento creo que Neuromante en algun punto fue mas trascendental.
    Saludos.

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  6. Gracias por tu comentario, Adrián. No me sorprende que te haya parecido un libro confuso. Aunque como bien dices, en su momento marcó una época.

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