lunes, 17 de octubre de 2022

"El enfrentamiento" (1996). Juan Carlos Planells

Con esta entrada continúo mi recorrido en orden cronológico por los principales escritores que han marcado la ciencia-ficción en España. Llegamos al año 1996, que fue cuando vio la luz "El enfrentamiento", de Juan Carlos Planells. Que para mí es, sin duda, una de las mejores novelas de la lista. Planells fue un escritor maldito, aficionado empedernido al género (al que contribuyó con innumerables reseñas y críticas, así como con un puñado de relatos y dos novelas), que siempre estuvo marcado por una sensación de fracaso, de valía no reconocida, hasta que murió casi en la indigencia en 2011, a la temprana edad de 61 años. Pero como al final lo relevante de todo creador es su legado, nos dejó como muestra de su talento la obra que les traigo hoy. Una novela ágil, muy bien escrita, que acerca a la cultura y la producción literaria españolas uno de los temas clásicos de la ciencia-ficción. Probablemente si hubiera sido pulida por algún editor con instinto e inteligencia, se habría convertido en uno de los clásicos por excelencia del género en España.

El tema de los universos paralelos no es nuevo, pero el enfoque de Planells sí es original: se centra en exclusiva en dos únicos universos, entre los años 1971 y 2009, y sitúa la narración casi exclusivamente en Barcelona. Todo ello le permite entroncar su novela con tantas otras de nuestra literatura patria ambientadas en la Ciudad Condal durante la segunda mitad del siglo XX, y emparentar su creación con las muchas ucronías en las que el Tercer Reich fue el vencedor de la Segunda Guerra Mundaial, presentando así una singular España dominada por los nazis.

Con esta base tan sólida, a Planells sólo le queda desplegar su llamativa solvencia como escritor: capítulos de duración casi siempre ajustada a lo que en ellos pretende narrar, descripciones precisas y asimilables, diálogos fluidos, un uso prácticamente irreprochable del idioma... Ese dominio del oficio y el interés por lo narrado provocan que resulte complicado interrumpir la lectura. Máxime cuando las páginas, especialmente las del primero de los dos libros que mayoritariamente la conforman, presentan una sociedad decadente y conformista, pero presidida por la omnipresente sensación de que algo grave se está gestando.

El empleo que hace el escritor del recurso de las "dos Barcelonas" es bastante acertado, primero eligiendo a un subconjunto de personajes común a ambos mundos, después respetando las particularidades e historia de cada uno, y finalmente uniéndolos en un plan terrorista que resulta fallido, como no podía ser de otra forma en una novela que destila un familiar pesimismo vital. Incluso la manera casi "científica" de relacionar ambos universos, con tan sólo unos pocos lugares y personajes desdoblados, resulta solvente dentro de la innegable dificultad que entraña dotar de cierta verosimilitud a este tema.

No es ésta una novela de graves defectos, pero le habría venido muy bien haber sido pulida para haber resultado irreprochable. Quizá lo más obvio sea el hecho de que algunos tramos habrían requerido un mayor desarrollo, para calibrar mejor los roles de determinados personajes, y comprender así mejor sus inquietudes. Asimismo, algunos pasajes del Libro Segundo habrían merecido una re-escritura para llevarlo al nivel del Primero. Por otra parte, el desenlace es un tanto previsible y parcial, a causa de los cabos sueltos que deja. Y por último, sobran claramente exabruptos y, para los que no dominamos el catalán, algunos nombres femeninos en ese idioma (Mercé, Ángels, Assumpta) pueden llevarnos a confundir personajes.

En todo caso, lo fascinante de las dos Barcelonas alternativas, capítulos impactantes como casi todos los que se ocupan de Pilar Bremen, y unas bien distribuidas dosis de novela policíaca, la convierten en una lectura claramente recomendable.

domingo, 9 de octubre de 2022

"El mundo de Yarek" (1993). Elia Barceló

Una entrada más prosigo con mi revisión en orden cronológico de los principales autores que han escrito ciencia-ficción en España. La de hoy es una entrada especial porque se trata de la primera que dedico a una escritora: al igual que sucedió en los países anglosajones, durante sus primeras décadas de existencia la literatura de ciencia-ficcion española fue esencialmente un géneros escrito (y leído) por hombres. En Estados Unidos ello comenzó a cambiar a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta, pero dado el habitual retraso a la hora de abrazar las nuevas corrientes literarias de nuestra nación, no fue hasta los años noventa cuando algunas autoras patrias empezaron a adentrarse en este apasionante mundillo. Y sin duda, la que mayor repercusión alcanzó (y ha mantenido a lo largo de las siguientes décadas, con una obra literaria ya mayoritariamente encuadrada fuera del género) fue la alicantina Elia Barceló. Que en 1993 ya había escrito una serie de relatos que la habían dado a conocer, pero que recibió el espaldarazo definitivo como escritora con "El mundo de Yarek", la cual se alzó con el ya por entonces prestigioso Premio UPC de novela corta, y que desde entonces ya ha sido reeditada en varias ocasiones. Se trata de una novela humana, bien escrita, sobre el destino de un xenólogo a un planeta yermo, hecho que propiciará variadas e interesantes reflexiones.

Con un estilo que inevitablemente recuerda a la escritora del género por excelencia (Ursula K. LeGuin) por su respeto a la naturaleza y por la profesión de su protagonista, Barceló nos va relatando sin apenas tregua los graduales descubrimientos que sobre el planeta Yermo va realizando Lennart Yarek, su protagonista. Los cuales van influyendo en su revisión del sentimiento de culpa que preside su destierro, en sus exploraciones, y en las decisiones que irá tomando para proteger a los iloi, los habitantes de aspecto humanoide con los que se encontrará. Aunque habría venido bien algo de pausa, el lector va comprendiendo el mundo interior de Yarek y, aun sin ser un personaje particularmente agradable, llega a interiorizar con él. A menor escala, otros aciertos sustentan la novela: un elemento científico solvente en su discreto segundo plano, que confiere verosimilitud a la capacidad de supervivencia de Yarek, unos capítulos cortos pero llenos de situaciones, y una profundidad que se aleja de los ciclés habituales de la ciencia-ficción.

No obstante, Barceló se toma varias licencias literarias que cuestionan el resultado final: el mero destierro a un planeta completamente inexplorado se antoja una pena excesivamente extrema para una sociedad que suponemos avanzada; la vertiginosa conversión del páramo inicial que es Yermo en un paraíso desconocido hasta entonces para la comunidad científica tampoco parece realista; menos aún que del resultado de la cópula de Yarek con la iloi Jara resulte un ser vivo perfectamente viable; y menos incluso que ese ser vivo, Nova, carezca de herencia genética humana alguna.

Con todo, lo que en mayor medida impide considerar esta novela una obra redonda son sus dos capítulos finales. El salto narrativo propuesto por Barceló en ellos resulta difícil de asimilar. Pero es que, además, las elucubraciones de los jueces sobre el veredicto a emitir respecto al comportamiento de Yarek en Yermo resultan confusas. Incluso aunque la escritora intente justificar científicamente todo lo sucedido en los capítulos anteriores, el detonante de su deslocalización por una parte, y la necesidad de emitir un veredicto, por otra, resultan poco convincentes. Claramente un final menos disruptivo, y que volviera como Yarek a modo de cierre, le habría restado menos puntos a una novela que, aun así, merece una lectura.

"Accelerando" (2011). Charles Stross

Una nueva entrada prosigo con la reseña en orden cronológico de los autores y las novelas más representativas de la ciencia-ficción dura . ...