sábado, 20 de noviembre de 2021

"Infierno" (1973). Fred y Geoffrey Hoyle

Con la presente entrada prosigo mis reseñas de algunas de las novelas más relevantes de los principales escritores británicos de ciencia-ficción. Estamos todavía en la década de los setenta, una época muy fructífera para el Reino Unido como ya habrán deducido. Periodo en el que siguió aumentando su bibliografía de ficción el físico y escritor Sir Fred Hoyle. Que ya había escrito muchos años antes la que sigue siendo mi novela de ciencia-ficción favorita de todos los tiempos ("La nube negra", 1957), y que en esta etapa de su carrera literaria había comenzado a escribir en colaboración con su hijo Geoffrey. Una colaboración que, dicho sea de paso, nunca alcanzó en mi opinión la excelencia de las obras de Fred en solitario, pero sí la suficiente relevancia en el género como para merecer una entrada para una de sus obras más conocidas en español: "Infierno". Que a pesar de su fuerte componente científico, y su ambientación en ese mundillo que tan bien conocía Fred Hoyle, sólo en momentos puntuales está a la altura de lo que cabría esperar de él.

Y es que el primer tercio de la novela me resultó abiertamente decepcionante. Los Hoyles centran todos sus esfuerzos en enumerar con desesperante precisión toda la geografía del Norte de Escocia, en una desproporción que no sería determinante si no viniera acompañada de unos acontecimientos de nula trascendencia para la novela. De hecho, toda la problemática del radiotelescopio sólo parece un recurso de los escritores para alargar la obra. Prueba de ello es que al final ni siquiera se aclara qué sucede con él. Eso sí, por lo menos el radiotelescopio de Fielding sirve como pretexto para una agradecida exposición de la más pura ciencia-ficción hard.

Tras la explosión de la galaxia que sucede a continuación, por fin el libro remonta el vuelo y se aproxima a lo que esperaríamos de él. En especial se nos presenta una espléndida deducción para determinar la naturaleza del fenómeno, se nos describen las acciones a tomar, los posibles efctos de la radiación... En suma, lo que constituye realmente la trama. No obstante, debo resaltar que los autores abusan de los nombres para personajes apenas esbozados y de escasa relevancia para la narración.

El final de la catástrofe y la consiguiente vuelta de la vida son, en mi opinión, los mejores momentos de la novela: se capta el dramatismo de la situación, y surge Cameron como determinante hombre de acción, tomando decisiones difíciles pero reflexionadas, que contribuyen a la verosimilitud de lo narrado. Sin embargo, hacia el final del libro se revelan nuevas carencias. Los Hoyle no dan el paso de reflejar la hecatombe desde diversas partes de nuestro planeta, y se contentan con fijarse en Escocia. Y, lo que es más grave en una novela de ciencia-ficción, no se proporciona una explicación para la radiación y las heladas descritas, sino que se recurre a emborronarlas con actitudes de fanatismo religioso.

En suma, una novela recomendable sólo para devotos del insigne científico británico. Entre los que, como saben, me incluyo.

lunes, 8 de noviembre de 2021

"Periplo nocturno" (1972). Bob Shaw

Tras el breve paréntesis para celebrar las más de 200.000 visitas recibidas, retomo la reseña de novelas de referencia de los principales escritores británicos de ciencia-ficción. Seguimos aún en 1972, un año bastante fecundo para el género en las Islas como habrán podido observar ya, y que fue cuando vio la luz "Periplo nocturno", quizá la novela de Bob Shaw más conocida por el lector en español. Que si bien nunca alcanzó la categoría de clásico, es una novela que parte de un par de ideas originales y las entrecruza varias veces, aumentando continuamente el factor sorpresa, hasta llegar a un desenlace de proporciones galácticas.

Lo más destacable del libro es, en mi opinión, su capacidad de entretenimiento. Aunque fue escrita en pleno auge de la New Wave, Shaw escribió una novela de ciencia-ficción clásica, de aventuras continuas, ritmo elevado, duración contenida, sorpresas frecuentes y un buen número de gadgets tecnológicos. Encabezados por esas singulares gafas, que permiten interceptar las señales ópticas de otros pares de ojos cercanos y transformarlos para permitir ver desde perspectivas ajenas a la de Sam Tallon (el protagonista absoluto de la obra), quien queda ciego tras ser detenido por espionaje y torturado en el planeta Emm Lutero (en el cual transcurre la acción).

Dicho planeta ofrece a Shaw la segunda idea original para sustentar la trama: Emm Lutero, antigua colonia terrestre, es ahora una teocracia luterana obligada por una cuestión de superpoblación a buscar un nuevo planeta en el que expandirse, lo que a causa del intrincado sistema de portales que posibilitan un recorrido no-determinista por el no-espacio, le ha llevado a una situación de tensa guerra fría con el planeta Tierra. Shaw logra que el invidente Tallon, gracias a su analítica mente ingenieril, no sólo sobreviva a su "periplo nocturno" particular para escapar de Emm Lutero, sino que ponga fin al inminente conflicto bélico. Y todo ello con un remarcable esfuerzo porque el elemento científico de la novela refrende los acontecimientos y descubrimientos que se suceden.

La novela dista de ser redonda, sin embargo, a causa de varios fallos que un escritor más solvente podría haber evitado. En primer lugar, una prosa escueta, un tanto fría, que a menudo no consigue dimensionar la magnitud de lo narrado. En segundo lugar, por la cantidad de posibilidades que, constreñido por la necesidad de mantener el ritmo narrativo, Shaw renuncia a explotar (desde las múltiples posibilidades de sus gafas, hasta los entresijos políticos y sociales de la teocracia). En tercer lugar, por unos personajes que, salvo su protagonista, resultan esquemáticos o directamente poco creíbles (como Helen Juste, que pasa de perseguidora de Tallon a amante incondicional en apenas unos capítulos). Y en cuarto lugar, por las habilidades sin fin que exhibe continuamente Tallon, demasiadas incluso a pesar de contar con la suerte de su lado, como el autor se encarga de recalcar.

Estos defectos impiden que la novela llegue al nivel de un clásico, pero a pesar del medio siglo transcurrido, es una lectura amena y con frecuentes interpelaciones a nuestro ingenio. Algo más difícil de encontrar de lo que pensamos en la literatura actual, que nos suele obligara atravesar cientos de páginas de relleno para ofrecernos apenas un par de ideas ingeniosas y dos o tres pasajes de acción. Virtudes que aquí Shaw nos ofrece en abundancia casi en cada capítulo, por lo que el entretenimiento está asegurado.

miércoles, 3 de noviembre de 2021

Más de 200.000 páginas vistas

Con la presente entrada interrumpo momentáneamente mis reseñas de novelas esenciales de los principales escritores británicos de ciencia-ficción, para dedicar una entrada de retrospectiva y agradecimiento a un nuevo hito de este humilde blog: haber superado las doscientas mil páginas visitadas. No es la primera vez que dedico una entrada a reconocer un determinado número de visitas, pero conforme pasan los años me siento cada vez más satisfecho de seguir sin descanso escribiendo sobre literatura de ciencia-ficción, y de que muchos lectores anónimos al otro lado de la pantalla continúen atentos a mis reseñas y opiniones, así que me parece oportuno dedicar una entrada a reflexionar sobre esta cifra.

Hace más de diez años que inicié mi andadura en la red para compartir una de mis grandes pasiones: la literatura de ciencia-ficción. Y hace poco más de tres años que, tras siete años de existencia, me congratulaba de haber alcanzado la cifra redonda de cien mil visitas, a la vez que verbalizaba de mi deseo de llegar en un futuro a las por entonces lejanísimas doscientas mil visitas. No esperaba entonces que, en menos de la mitad del tiempo transcurrido desde entonces, alcanzaría esa cifra, lograda en buena medida gracias a los más de cien seguidores que están pendientes de cada nueva entrada que publico.

Durante todo este tiempo he seguido fiel a mi principio de no incluir publicidad en el blog: sé que ello me podría dar más visibilidad, y tal vez algunos céntimos. Pero afortunadamente mi puesto de trabajo me garantiza ingresos necesarios para mí y mi familia, y ello permite que este blog sea, como su propio nombre indica, una forma de encauzar una de mis mayores pasiones, sin ninguna pretensión de aumentar mis ingresos. Una libertad económica que me permite, además, seleccionar los temas y expresar mis opiniones sin ninguna presión externa, ni más criterio que mi propio conocimiento sobre el género, adquirido tras cerca ya de cuarenta años de seguimiento.

Pero quizá lo que menos esperaba era que, en estos tres años y medio en los cuales el número de visitas se ha doblado, mi pasión por la literatura de ciencia-ficción diera el salto de simple "bloguero" a "contribuidor activo". No me atrevo aún a referirme a mí mismo como escritor, pero como ya comenté hace casi un año, desde finales de 2020 está disponible en el mercado "Nueve años", mi primera novela. Que aun con las lógicas limitaciones derivadas de la auto-publicación, ha sido ya leída por varias decenas de lectores, varios de los cuales la han valorado muy favorablemente en la tienda online.

Por eso creo que es el momento de redondear esta bonita efeméride con otra primicia. Y es que todas esas reseñas tan favorables, no sólo de amigos y conocidos, sino también de lectores anónimos, me animó hace ya casi un año a intentar escribir una segunda novela. Pues bien, puedo informarles aquí de que esa segunda novela quedó concluida a principios de agosto, y se halla ya en vías de ser publicada, esta vez no por mí sino por una editorial española dedicada, entre otros, al apasionante mundo de la literatura de ciencia-ficción. Cuando finalmente vea la luz, les daré más detalles; de momento, solamente les diré el título: "Usted podría ser el siguiente", una afirmación que espero resulte lo suficientemente sugerente para que sus potenciales lectores, entre los que espero se encuentren algunos de ustedes, le den una oportunidad.

Esa nueva faceta de "contribuidor activo" a la literatura está suponiendo un reto para mantener la cadencia de entradas de este blog, pues me resta tiempo para leer obras ajenas y preparar nuevas entradas. Así que esta vez no me pongo el reto de una nueva cifra de páginas visitadas; sólo espero seguir manteniendo la pasión por el género y las ganas de reflejarlo durante mucho tiempo. Y nada me haría más ilusión que saber que sigo contando con su interés. Así que nos leemos en siguientes entradas.

"El despertar del Leviatán" (2011). James S A Corey

Mi recorrido por los autores y las obras más relevantes del subgénero de la ciencia-ficción dura continúa avanzando con la presente entrad...