En mi anterior entrada, dedicada a "Horizontes lejanos", la antología de novelas cortas originales auspiciadas por Robert Silverberg, ya mencionaba que el estadounidense era mi escritor de ciencia-ficción favorito, al tiempo que anticipaba que me iba a dedicar a partir de ahora a reseñar lo más representativo de su obra en español. Así que en la presente entrada voy a adelantar esa lista de libros, los cuales revisaré uno por uno durante los próximos meses.
Como de costumbre, no presumo de ser ningún estudioso del género, por lo que debo adelantar no he leído toda su obra de ciencia-ficción. Pero sí la mayor parte de la traducida al español. Aunque a propósito he rehusado leer cualquier novela suya anterior a 1967. La razón es que Silverberg empezó como un prometedor escritor de ciencia-ficción a finales de los 50, pero durante aproximadamente una década se limitó a seguir las pautas dominantes por aquel entonces en el género, más centradas en las aventuras que en la especulación. La irrupción de la new wave en la segunda mitad de los sesenta, que coincidió en el tiempo con una crisis personal que le llevó a mudarse de costa a costa de Estados Unidos, marcó un cambio definitivo en el enfoque y el alcance de su obra, que desde ese momento alcanzó una madurez y un prestigio que lo han mantenido hasta el día de hoy como uno de los más premiados y relevantes escritores del género.
Dicen los entendidos que en realidad el periodo de gloria de Silverberg duró tan sólo cinco años, de 1967 a 1972, y que se inició con "Espinas", una de las novelas que reseñaré en próximas entradas. Es un análisis que no comparto del todo. Porque aunque es evidente que fueron sus años más fecundos (voy a reseñar nada menos que 14 novelas de ese periodo), en mi opinión no todo lo que escribió en esa época posee el mismo nivel, ni todo lo que escribió después es de inferior calidad. Ni siquiera estoy de acuerdo con que el cambio se produjera con "Espinas"; para mí, "Las puertas del cielo", publicada unos pocos meses antes, ya refleja esa transición a su estilo de madurez.
La razón principal por la que sigue siendo mi escritor favorito no es por su prosa finísima, cautivadora y reconocible en apenas unas cuantas frases. Ni por las abundantes y acertadas reflexiones que introduce en sus novelas a colación de los hechos presentados. Me encanta Silverberg por algo en mi opinión mucho más difícil de conseguir: que cada novela suya sea sustancialmente diferente a la anterior, y sin embargo sea capaz de mantener la personalidad del escritor y un nivel medio muy alto. Porque en un ámbito tan complejo como la ciencia-ficción, crear un "entorno original" (el marco escénico y temporal, la sociedad que lo habita, la problemática presentada...) es una tarea ardua, por lo que una gran mayoría de los escritores del género se aferran a los dos o tres "entornos" que mejor conocen y dominan y se limitan a explorar nuevas posibilidades en ellos (piénsese en el Ekumen de LeGuin, el Espacio Reconocido de Niven, el Imperio Galáctico y la Fundación de Asimov, etc.). Lo cual no considero que sea un hecho criticable, pero sí provoca que más o menos intuyamos qué nos vamos a encontrar cuando nos acerquemos a una nueva novela suya. No es el caso de Silverberg: ni una de sus novelas es una continuación, una secuela, ni siquiera un spin-off de otras novela suya: todas partes de hipótesis diferentes, con marcos escénicos muy alejados entre sí y diferentes propósitos y metas.
Lo anterior no significa que Silverberg no tenga sus "obsesiones" favoritas. Que a mi modo de ver son cuatro: el viaje iniciático, el viaje en el tiempo, la psicología y la espiritualidad. Al viaje iniciático recurre Silverberg para que, al tiempo que se enfrentan a parajes fascinantes y a menudo hostiles, sus protagonistas evolucionen y sus personalidades se vean moldeadas por lo vivido. A menudo el viaje en el tiempo tiene la misma función que el iniciático, pero en otras es una manera de revisitar periodos históricos de especial fascinación para el autor, o simplemente de parodiar la sociedad contemporánea. Casi siempre sus novelas se centran en la psicología de sus protagonistas, pero a diferencia de por ejemplo J.G. Ballard, lo hacen sin descuidar lo narrado. Y con frecuencia sus personajes se hallan en busca de una espiritualidad que le dé un propósito a sus vidas, o una explicación para lo que les sucede. Es decir, un contenido de un calado similar al que podríamos encontrar en cualquier gran escritor de literatura mainstream. En la que dicho sea de paso Silverberg podría encajar perfectamente
Pero ello no significa que sus novelas renuncien a otros subgéneros esenciales en la ciencia-ficción. Así, entre las novelas que voy a empezar a reseñar reconocerán la ciencia-ficción hard, la utópica, la ucrónica, la humorística, la prehistórica... Prueba de ello es que no ha existido en España una editorial "especializada" en Silverberg, sino que sus obras han ido viendo la luz en las más diversas colecciones. Y casi siempre con una gran resultado, ameno y especulativo al mismo tiempo. Porque de los nada menos que veintisiete libros que voy a reseñar, más de veinte son claramente recomendables y sólo tres o cuatro más o menos decepcionantes. Es más: considero que al menos una decena de ellos son de lectura poco menos que imprescindible para el aficionado al género.
Entre esos veintesiete libros se encuentran los cuatro que ya he reseñado en este humilde blog: "Tiempo de cambios", para mí indiscutiblemente su mejor novela, y que incluí en mi lista de novelas esenciales para entender el género; dos novelas que figuran dentro de mi lista de novelas personalísimamente favoritas: "Las máscaras del tiempo" e "Hijo del tiempo", esta última una novelización de un relato corto de Isaac Asimov; y la que incluí en mi selección de novelas decepcionantes, "El hijo del hombre".
Sin más dilación, aquí tienen la lista:
"Las puertas del cielo" (1967)
"Espinas" (1967)
"Alas nocturnas" (1968)
"Las máscaras del tiempo" (1968)
"Regreso a Belzagor" (1969)
"Por el tiempo" (1969)
"A través de un billón de años" (1969)
"El hombre en el laberinto" (1969)
"La torre de cristal" (1970)
"El hijo del hombre" (1971)
"Tiempo de cambios" (1971)
"El mundo interior" (1971)
"El libro de los cráneos" (1972)
"Muero por dentro" (1972)
"El hombre estocástico" (1975)
"La fiesta de baco y otros relatos" (1975)
"Sadrac en el horno" (1976)
"Lo mejor de Silverberg" (1976)
"Rumbo a Bizancio" (1985)
"Tom O'Bedlam" (1985)
"La estrella de los gitanos" (1986)
"Al final del invierno" (1988)
"Anochecer" (1990) (junto a Isaac Asimov)
"La faz de las aguas" (1991)
"Hijo del tiempo" (1992) (junto a Isaac Asimov)
"El robot humano" (1992) (junto a Isaac Asimov)
"Roma eterna" (2003)
Silverberg es un escritor aún vivo pero ya prácticamente retirado, por lo que es poco probable que la lista se amplíe en un futuro. Así que a partir de mi próxima entrada revisaré en orden cronológico todos estos libros. Espero que el recorrido les resulte tan apasionante como a mí.
Un apasionado de la literatura de ciencia-ficción y escritor a tiempo parcial que dedica parte de sus escasos ratos libres a compartir su pasión con el resto de aficionados.
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