domingo, 26 de enero de 2020

Embassytown. La Ciudad Embajada (2011). China Mieville

Con esta entrada doy comienzo a las reseñas de las novelas ganadoras o nominadas a los Premios Nébula durante la presente década, que he tenido ocasión de leer y que aún no habían tenido una entrada independiente en este humilde blog. Voy a reseñar en esta oportunidad "Embassytown. La Ciudad Embajada", del británico China Mieville. Que fue finalista de los Premios Nébula el año en que la ganadora fue la novela de fantasía "Entre extraños", de la también británica Jo Walton. Mieville es esencialmente un escritor de fantasía, que cuenta además con ciertos prejuicios dentro del género por sus posiciones políticas de "ultra-izquierda". Pero debo comenzar aclarando que la presente es sin duda una novela de ciencia-ficción que no va a molestar a los que detestan magos y pócimas, y que la radicalidad política del autor no se manifiesta en ella, por lo que puede leerla cualquier aficionado al género. Otra cosa es el disfrute de la misma: se trata sin duda de una novela muy original, meritoria desde el punto de vista conceptual y muy bien desarrollada en todo lo relativo al lenguaje. Pero es también lenta, escasa de acontecimientos, con personajes muy esquemáticos y una capacidad prácticamente nula de enganchar al lector.

Quizá mi impresión final mayormente desfavorable se viera condicionada por el primer tercio de la novela (sus tres primeras partes). Y es que aunque la prosa de Mieville resulta agradable al inicio, y la ambientación de la Ciudad Embajada dentro de la urbe de los Ariekeies cautivadora, durante todas esas páginas la paciencia del lector se pone prueba. No tanto por la cantidad de nuevos (y en su mayoría ingeniosos y bien razonados) conceptos, que eso para el aficionado a la ciencia-ficción no es un obstáculo, sino por la ausencia casi total de acontecimientos (apenas un par de recepciones/fiestas que el escritor estira mucho más de lo deseable), por una continua alternancia entre pasado y presente para no revelar apenas nada que resulta frustrante, y por un ritmo lentísimo, con páginas y más páginas de puro relleno. Así que cuando empieza la cuarta parte (Adictos) y la novela por fin empieza a permitir que nos sumerjamos en ella, el daño a nuestra capacidad de disfrute es ya casi irreparable.

Pero a mi modo de ver tampoco entonces la novela consigue engancharnos. Fundamentalmente por culpa de un elenco de personajes amplio y bien compensado entre Terre y Anfitriones, pero muy esquemático, más propio de los primeros pasos del género hace casi cien años: como mucho podremos profundizar en la evolución de su protagonista, Avice, pero el resto de los humanos apenas llegan a cobrar vida ante nosotros, por muchas páginas que ocupen. De hecho, es curioso que alguno de los Ariekei terminen resultándonos proporcionalmente más reconocibles (tal es el caso de Colmena o de Bailaora Española). Entiendo que "Embassytown" es más una novela de ideas y reflexiones que de aconteceres, pero en mi opinión el cuidado que presta el escritor a los encargados de motivar esas reflexiones queda por debajo del mínimo exigible.

Si a lo anterior le añadimos la complejidad de la principal idea que sustenta la novela (el control de una raza alienígena gracias a la evolución de su lenguaje), lo confusas que resultan las descripciones de los episodios en espacios abiertos, un grado de violencia superior al necesario en una novela tan especulativa, y la inconsistencia de algunas ideas (como por ejemplo el hecho de que sólo haya un enclave humano por la imposibilidad de respirar el aire del planeta, para más adelane descubrir que abundan los enclaves de colonos y granjeros humanos), se entenderá la decepción que me supuso su lectura.

Y es una pena, porque todo lo que plantea Mieville respecto al Idioma Ariekei (su fonética corte-giro, el que sólo los Embajadores puedan hablarlo, la imposibilidade de mentir por su propia naturaleza, la manera como finalmente Bailora Española consigue hacerlo evolucionar) apela a la inteligencia del lector y refleja el incuestionable dominio del escritor sobre este tema. Así como lo relativo al ínmer, la condición de puerto-frontera de la Ciudad Embajada y sus intercambios mercantiles, toda la pléyade de biodispositivos, los esfuerzos colonizadores de Bremen, el insospechado efecto que produce en los Ariekei el Embajador EzRa, las facciones en que se fraccionan los Ariekei conforme los acontecimientos por fin empiezan a desarrollarse, e incluso la morfología de los propios alienígenas, hubieran merecido una mejor impresión por mi parte. Pero ni siquiera la meritoria forma en la que el escritor va haciendo entrar en juego a sus distintos personajes en el desenlace consiguió eliminar del todo mi sensación de fatiga, y mis ganas por llegar cuanto antes al final para comenzar otra novela. Lo dicho, una pena.

sábado, 11 de enero de 2020

Los Premios Nébula: la década actual

Con la presente entrada y las reseñas asociadas de los próximos meses voy a finalizar la revisión de los Premios Nébula, los más prestigiosos de la literatura de ciencia ficción, y que he ido revisando década a década desde hace justo dos años. Vamos a cruzar la frontera del año 2010 y adentrarnos en la década presente (aprovecho para aclarar una vez más que la década no ha terminado con el comienzo del año 2020, sino que lo hará el 1 de enero del año 2021). Y es que nuestra década no ha recibido por ahora otra denominación más precisa, del tipo "los años diez" o similar. Aunque a nivel literario sí que se ha definido claramente respecto a otras décadas ya reseñadas. Con dos parámetros claros: el auge de la ciencia-ficción (y sobre todo la fantasía) escrita por mujeres, y el reconocimiento a nivel de crítica y ventas de lo que se ha dado en denominar science fantasy.

Que la sociedad occidental está asistiendo en esta última década al auge de las mujeres en todos los ámbitos es incuestionable. Un auge que, aunque con sus lógicas sombras, considero necesario para de una vez por todas permitir a más de la mitad de nuestra población realizarse al mismo nivel que sus compañeros masculinos. Y lógicamente la literatura de ciencia-ficción no ha escapado a este auge; de hecho, mientras que en la década de los sesenta sólo tres mujeres estuvieron nominadas a estos prestigiosos premios, en la década actual ya han sido nominadas casi treinta escritoras, y algunos años han sido mayoría aplastante entre los nominados. La relevancia de las mujeres en el género es tal que, adelantando unos meses los acontecimientos, puedo anticipar que el siguiente tema que tratará este humilde blog cuando termine la reseña de los Premios Nébula será un recorrido por las escritoras más relevantes del género y por algunas de sus novelas de ciencia-ficción de cabecera.

Y dentro de esta literatura escrita por mujeres, sin duda la escritora de referencia en la presente década ha sido N.K. Jemisin, quien ilustra la presente entrada. Una escritora que se ha alzó con el Premio Nébula a la mejor novela del año 2018 con "El cielo de piedra", y que ha sido nominada nada menos que en otras cinco ocasiones (es decir, un reconocimiento casi tan alto como el que alcanzó el veterano Jack McDevitt en la década anterior). Y que se caracteriza por haberse especializado en un nuevo subgénero (¡otro más!) que está arrasando a nivel mundial estos últimos años: la science fantasy. Que viene ser una especie de mezcla entre ciencia-ficción clásica y fantasía, que mantiene su componente de ficción especulativa y la combina con elementos de ambos mundos.

Ahora bien, como ya saben bien quienes siguen este blog, para mí la fantasía es el subgénero menos interesante que ha surgido dentro de la ciencia-ficción. Por lo que con la science fantasy no he hecho una excepción: no he leído ninguna novela que reciba esta etiqueta, y por ahora mi lista de libros pendientes (dentro y fuera de la ciencia-ficción) es lo suficientemente amplia como para seguir unos cuantos años más sin darle una oportunidad. Este hecho, unido al que al ser novelas de publicación reciente muchas de ellas aún no han sido traducidas al español, o lo han sido tan recientemente que aún no he tenido oportunidad de leerlas, provoca que la lista de novelas de la presente década que voy a reseñar sea la más breve de todas, e incluso haya años que no tengan una sola novela de referencia entre ganadoras y nominadas. Aquí la tienen:

2011:
Ganadora: "El apagón / Cese de alerta" - Connie Willis

2012:
Ganadora: "Entre extraños" - Jo Walton
Nominada:
"Embassytown. La ciudad embajada" - China Mieville

2013:
Ganadora: "2312" - Kim Stanley Robinson

2014:
Ganadora:
"Justicia auxiliar" - Ann Leckie

2015:
Ganadora:
"Aniquilación" - Jeff VanderMeer
Nominada:
"El problema de los tres cuerpos" - Cixin Liu

2016:
Ganadora:
"Un cuento oscuro" - Naomi Novik

2017:
Ganadora:
"Todos los pájaros del cielo" - Charlie Jane Anders

2018:
Ganadora:
"El cielo de piedra" - N. K. Jemisin
Nominada:
"Autonomous" - Annalee Newitz

2019:
Ganadora:
"The calculating stars" (no traducida) - Mary Robinette Kowal

Como pueden ver, además de la mayoritaria presencia femenina, aún se ha "colado" algún que otro escritor "clásico" (Jack McDevitt o Kim Stanley Robinson) y algunos escritores que ya empezaron a despuntar en la pasada década pero que se han consolidado en la presente (Neil Gaiman, China Mieville, Jeff VanderMeer). También llama la atención cómo la literatura no occidental se ha abierto finalmente camino en estos premios gracias a Cixin Liu, el escritor chino que gracias a la traducción del estadounidense de origen chino Ken Liu ha consolidado la que quizá sea la novela más popular de estos últimos años, "El problema de los tres cuerpos". Y lo que es más importante para mí: a pesar de tanta fantasía y tanta science fantasy, aún ha habido hueco para novelas de ciencia-ficción contemporáneas pero de base clásica, que para mí siguen siendo las que mejor reflejan este maravilloso género. Así que les animo a que me acompañen a recorrer estos últimos años de los Premios Nébula en las siguientes entradas.

"El despertar del Leviatán" (2011). James S A Corey

Mi recorrido por los autores y las obras más relevantes del subgénero de la ciencia-ficción dura continúa avanzando con la presente entrad...