domingo, 4 de agosto de 2019

A través de Marte (2002). Geoffrey A. Landis

Una entrada más continúo reseñando las novelas ganadoras o nominadas a los Premios Nébula durante la primera década del siglo XXI que aún no hubieran tenido una entrada independiente en mi blog. En esta ocasión voy a reseñar "A través de Marte", del escritor estadounidense Geoffrey A. Landis. Que no ganó en su año (ese honor correspondió a "Rosa cuántica" de Catherine Asaro, la cual reseñé en mi anterior entrada), pero creo que merece una entrada independiente porque en mi humilde opinión es una novela ligeramente superior a ella. Y más teniendo en cuenta que es la única novela que ha publicado este escritor, cuya carrera ha consistido sobre todo en relatos cortos y artículos de divulgación. Pero es que "A través de Marte" me parece una novela atrayente, bien estructurada y amena sobre las aventuras de una de las primeras expediciones a nuestro vecino más cercano. Con los conocimientos de Landis sobre el Planeta Rojo como garantía de verosimilitud, y con buenas dosis de intriga y acción para rematar el conjunto.

Landis, experto de la NASA que cuando escribió esta novela ya había participado en las dos últimas misiones no tripuladas a Marte, tiene claro que para que una novela resulte amena requiere, además de sus abrumadores conocimientos, un argumento, unos personajes y unas situaciones. Y logra con éxito su cometido creando un elenco de personajes sencillo pero poderoso, proponiendo la exploración científica de Marte primero y su desesperada travesía después como motores argumentales, y planteando por último una mezcla de situaciones límite y muertes misteriosas muy equilibrada de principio a fin.

Además, el escritor mantiene en todo momento su obra bajo control gracias a su estructura en seis partes (una para cada personaje, más otra para el mítico Valles Marineris), cada una de ellas formada por múltiples capítulos muy cortos. En cada una de esas partes Landis profundiza en la personalidad de un personaje de la expedición, alternando episodios presentes en Marte y flashbacks que nos permiten conocer cómo fue su vida hasta que lograron formar parte de la misma. Si bien es cierto que la mayoría de sus protagonistas tuvieron un pasado anormalmente trágico. Y también que aunque para mi gusto los capítulos ultracortos dinamizan la lectura y evitan que los flashbacks perjudiquen en exceso el ritmo narrativo, pueden generar rechazo en los lectores de novelas más convencionales.

Un tercer punto fuerte del libro es el excepcional conocimiento que exhibe Landis sobre el Planeta Rojo. No ya a nivel geográfico (esperable), ni geológico (apabullante), sino sobre todo a nivel de fenómenos físicos y meteorológicos. Todo lo que nos plantea (desde el accidente de Chamlong al comienzo hasta el Butterfly al final) es profundamente respetuoso con lo que las características del planeta permiten. Y tecnológicamente la cantidad de recursos que proporciona a sus personajes (desde superfibras a trajes de última generación) es irreprochable.

Por si todo lo anterior fuera poco, Landis maneja con habilidad la vertiente de intriga. Sin llegar a ser por ejemplo Asimov, tanto los personajes que van muriendo como las motivaciones que podrían tener los demás personajes para querer acabar con ellos (sabiendo que en el módulo de retorno a la Tierra sólo caben dos personas) están bien escogidos y exploradas, y el interés de la novela se beneficia de ello desde prácticamente el comienzo.

Algunos fallos de la novela son que con tanto flashback a veces la narración se enreda en detalles nimios (por ejemplo el fallido rescate de la Mirusha, o la operación de apéndice de Tana), que en ocasiones recurre a un altruismo un tanto inverosímil (Trevor renuncia a la expedición en favor de Brandon, Karl se declara culpable para salvar a su hermano el futuro comandante John, incluso Estrela termina siendo altruista), que tiende a trivializar y deshumanizar el sexo (en las ceremonias a bordo, en la universidad...), que el panorama político que plantea para los años treinta del siglo XXI ya sabemos que no es demasiado acertado, y en general que a su prosa correcta y concisa le falta algo de brillo y de capacidad para crear episodios realmente memorables. Aun así, debo reconocer que después de "Homo plus" de Frederik Pohl, considero a la de Landis la mejor novela que he leído de Marte. Y para mí eso es decir mucho.

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