Tras el paréntesis para celebrar el hito por las más de trescientas mil visitas al blog (ya van casi trescientas tres mil), retomo mi segundo recorrido en orden cronológico por algunas de las sagas más relevantes disponibles para el lector de ciencia-ficción en español. Seguimos avanzando en la pasada década y nos topamos ya con la saga The Expanse, así conocida incluso en nuestro idioma. La cual constituye la obra de cabecera de los escritores Daniel Abraham y Ty Franck. Quienes, bajo el pseudónimo de James S. A. Corey, fueron añadiendo un título cada año a su exitosa novela "El Despertar del Leviatán" (que ya reseñé en su momento en este mismo blog a causa de su notable componente científica) hasta completar una serie de nada menos que nueve novelas (más otras piezas menores). Lo que demuestra el éxito de una saga que se alejaba un tanto de las tendencias en auge en el género en aquellos años para ofrecernos una space opera de factura clásica pero convenientemente adaptada al estado actual de la ciencia y la literatura. Y si mi balance de la primera entrega fue claramente favorable, el de "La Guerra de Calibán" es incluso mejor, puesto que no sólo entronca perfectamente con ella, sino que la mejora globalmente, al potenciar algunas de sus virtudes y minimizar varios errores de su predecesora.
La mejora más evidente proviene del aumento de personajes (y por tanto, de líneas narrativas asociadas) que nos proponen los autores. Ni que decir tiene que Abraham y Franck mantienen como pilar fundamental la tripulación de la Rocinante, con su capitán James Holden al mando, pero añaden la línea de la subsecretaria de la ONU Avasarala (seguramente el personaje de más calado de esta obra), la de la marine marciana Bobby Drapper, y la del botánico afincado en Ganímedes Praxidixe Meng. Esta multiplicidad de frentes otorga a la saga una intensa vertiente política, un saludable contrapunto marciano a la hora de desarrollar los pasajes de acción, y una mayor preocupación por el aspecto humano de la saga, pues el secuestro de la hija de Prax, Mei, narrado en el prólogo, ejerce de catalizador de toda la historia. Además, los autores consiguen salir airosos del siempre complejo proceso de hacer converger las distintas líneas narrativas. Pero incluso cuando alcanzan ese punto, prosiguen con el enfoque de mantener cada capítulo centrado en uno de esos cuatro personajes, lo que añade amplitud de miras a los hechos narrados, y les proporciona una subjetividad que les permite alcanzar una profundidad mayor que en la primera entrega.
La segunda mejora clara de esta segundan es el mayor desarrollo del elemento científico. Por supuesto, en todo cuanto atañe a la botánica y sus técnicas asociadas, dado que las reflexiones y los símiles que elabora Meng evidencian la preparación realizada por los autores en este ámbito. Pero también respecto a las características y las posibilidades de aprovechamiento de los cuerpos celestes que conforman el Sistema Solar (de Ganímedes a Ío, de la Luna a la artificial estación Tycho), a los efectos de los viajes espaciales sobre las personas, a las consecuencias de la vida en microgravedad... Incluso respecto a lo que los alienígenas parecen estar haciendo con el planeta Venus. Todo ello aumenta la sensación de verosimilitud, siempre necesaria en una obra que transcurre varios siglos en el futuro.
Además de estas virtudes potenciadas, los autores mantienen los aciertos principales con los que había debutado la saga un año antes: entretenimiento por encima de cualquier otra consideración, buenas dosis de acción, capítulos cortos y sin apenas relleno, predominio de los diálogos sobre las descripciones, solvencia a la hora de situar espacial y visualmente al lector, prosa directa y sin florituras, ritmo alto... En cuanto superamos los primeros capítulos la lectura se vuelve adictiva; cuesta detenerla, y la evolución de la trama se antoja en todo momento razonable. A pesar incluso de los tejemanejes políticos en los que se ve inmersa la singular Avasarala, y el juego de segunda intenciones y lecturas alternativas en el que tan bien se desenvuelve, pero que tan complicados son de trasladar de manera que el lector los comprenda y no le resulten aburridos.
Pese a ese comprensible empeño por corregir errores, algunos defectos continúan presentes en esta segunda entrega. El más obvio es el relativo a la trama, que si nos detenemos a analizarla resulta ser casi un calco del de la primera entrega (una joven desaparecida, las consecuentes intrigas y el enfrentamiento entre la Tierra y Marte, el papel como salvador de Holden...). Otro inconveniente bastante molesto en mi opinión es la reiteración innecesaria en el empleo de barbarismos (y no sólo por parte de Avasarala, sino prácticamente de todos los personajes). Por otra parte, lo relativo a la protomolécula alienígena apenas experimenta avance alguno casi hasta el final. Y a pesar de que introducen algunas reflexiones interesantes a lo largo del libro, le sigue faltando un poco de profundidad. Aparte de algún detalle que permita relacionar el texto con el título, pues el tal Calibán no aparece por ninguna parte.
El desenlace coral, con cada uno de los cuatro personajes enfrascado en la resolución de su parte del rompecabezas, es original y está razonablemente bien resuelto (aunque, como cabría suponer, no todas las líneas narrativas alcanzan el mismo clímax de tensión). Y ello contribuye a mejorar la impresión final de una novela que termina con un par de píldoras anticipatorias de esa tercera entrega que los autores ya tenían en mente. Y que reseñaré en mi próxima entrada.
Un apasionado de la literatura de ciencia-ficción y escritor a tiempo parcial que dedica parte de sus escasos ratos libres a compartir su pasión con el resto de aficionados.
lunes, 21 de abril de 2025
jueves, 3 de abril de 2025
Más de 300.000 páginas vistas
Con la entrada de hoy interrumpo temporalmente mi segundo recorrido por algunas de las sagas de ciencia-ficción más relevantes para el lector en español, porque voy a detenerme en un hito muy importante para mí, y sobre el que quiero reflexionar con ustedes. Y es que este blog ha superado la nada despreciable cifra de trescientas mil visitas.
Cuando hace catorce años comencé la aventura de canalizar una de mis pasiones en el por entonces tan en boga formato "blog", jamás me planteé que algún día podría alcanzar una cifra tan alta. Antes bien, lo comencé sin marcarme meta alguna en cuanto a visitas o seguidores. Simplemente quería seguir hablando de una de mis mayores pasiones, y como por circunstancias personales se había complicado hacerlo cara a cara con algunos de mis mejores amigos, también aficionados, se me ocurrió imaginar a un lector virtual de ciencia-ficción al otro lado de la pantalla. Y el reto consistía en hablarle de temas que pudieran interesarle. Por eso comencé mi singladura con lo que a la larga se ha consolidado como la principal singularidad de este blog: las listas relativas a temáticas concretas dentro del género. Obviamente la primera de ellas surgió de manera natural: una lista de novelas imprescindibles para todo aquel que se quisiera adentrar en el género, según mi humilde criterio. Este enfoque tuvo buena acogida, así que en vez de traerles novelas de manera más o menos deslavazada, en seguida comencé a presentarlas con un hilo conductor. Surgieron así las revisiones de las principales sagas, de las novelas ganadoras de los premios Nébula, o de las principales novelas de mi escritor favorito, Robert Silverberg. Y con el paso de los años, y como resultado de un esfuerzo consciente por traer otras temáticas, listas más complejas de elaborar y de presentar, por el trabajo minucioso de investigación que requieren, pero que se han convertido en algunas de las entradas más populares del blog. Como las de los subgéneros de las ucronías, de las distopías en el siglo XX, o de la ciencia-ficción dura. Y que, me permiteré confesarles, constituyen las entradas de las que más orgulloso me siento, pues creo que si ahora estuviera dando mis primeros y titubeantes pasos dentro de este apasionante género, agradecería especialmente esas listas para poder ahondar en una temática concreta, de manera estructurada y presentada cronológicamente.
Ni que decir tiene que este blog siempre ha carecido de cualquier tipo de promoción. Su apuesta se basaba en la esperanza en que el todopoderoso buscador de Google terminara ofreciendo alguna de mis entradas como resultado de la búsqueda de un autor, una novela, o simplemente una temática relacionada con el género. Lo llamativo fue que, a pesar de esta carencia, poco a poco muchos de ustedes fueron aterrizando en una u otra de sus entradas, y así la magia de entrar en contacto con el aficionado virtual que me había imaginado fue teniendo lugar. Hasta alcanzar esa, para mí al menos, espectacular cifra. Pese al gradual reconocimiento alcanzado, nunca me planteé monetizar el blog, pues afortunadamente la ciencia-ficción no deja de ser una de mis pasiones, no una manera de ganarme la vida. Sí que conforme fueron pasando los años y el mundo virtual fue evolucionando hacia otros formatos, desde las redes sociales hasta las plataformas de streaming, me planteé transcionarlo a alguno de ellos. Pero por serles franco, terminé concluyendo que una reseña en formato texto en el blog iba a resultar mucho más argumentada y más entendible que su eventual equivalente en un formato vídeo, que no domino y que me obligaría a grabar y regrabar ciertas partes para en el fondo estar basándome en el mismo guion escrito. También descarté servirme de la ubica Instagram, porque tampoco terminaba de ver cómo la literatura de ciencia-ficción se podría adaptar a un formato que prima las imágenes. Y otras alternativas como X se quedaban demasiado escuetas para mis revisiones y reflexiones. Aunque seguramente algunos de ustedes sí sepan que, de un tiempo a esta parte, cuando publico una nueva entrada, me hago eco de ella en mi perfil de X.
Así que aquí sigo, escribiendo en blogger como el primer día. Pero eso no significa que ni el blog, ni yo mismo, hayan evolucionado en todo este tiempo. El blog cada vez ha sido referenciado desde más páginas, y ello ha constituido una de las razones principales por las que las entradas escritas en estos últimos años han tendido a ser más subjetivas, menos descriptivas de la obra en cuestión. Y yo por mi lado he dado finalmente el salto de bloguero a escritor a tiempo parcial, animado en parte por los comentarios de algunos de ustedes, fieles seguidores del blog. Por ello a día de hoy son ya tres mis novelas publicadas. Aunque debo reconocerles que casi tan importante para mí como su publicación comercial fue su inclusión en la imprescindible Tercera Fundación, esa base de datos que tanto ha hecho por la literatura de ciencia-ficción para el lector en español a lo largo del último cuarto de siglo.
Reflexionando hace unos días sobre este hito, me planteé lo que muchos se estarán imaginando: ¿seguirá activo el blog para alcanzar otras trescientas mil visitas dentro de muchos años? Pues me gustaría asegurárselo, pero no lo sé. Otros quince años de bloguero significarían nada menos que treinta apareciendo puntualmente por aquí. Y ello no sólo implicaría que para entonces uno ya tendría una edad considerable (tal vez incluso excesiva para conservar cierta lucidez mental), sino también que aún seguiría trayéndoles nuevas temáticas, subgéneros y obras. Un doble reto, pues aunque rico en su variedad, son ya muchas las vertientes del mismo que he ido tratando en todos estos años, no se crean que quedan tantas. Y además, ese ritmo casi perfecto de dos entradas al mes que llevo manteniendo casi desde el principio (las otras dos semanas, por cierto, suelo escribir sendas entradas en mi otro blog, "Pop, rock y más", dedicado a la música contemporánea), está resultando cada vez más complicado de mantener, pues son ya más de trescientas las obras que he reseñado, y ya no dispongo de demasiadas lecturas acumuladas de las que poder tirar para mantener esa cadencia. Sí que espero, por lo menos, mantener la ilusión por contribuir a la difusión y al disfrute de este maravilloso género.
A modo de cierre, voy a refrescar por aquí algunas de esas entradas relativas a temáticas y subgéneros que tanta difusión han logrado:
* El subgénero de las ucronías.
* Las escritoras de ciencia-ficción.
* El subgénero de las distopías en el siglo XX.
* Escritores españoles de ciencia-ficción.
* El subgénero de la ciencia-ficción dura.
* Marte en las novelas de ciencia-ficción.
* Las sagas en la ciencia-ficción.
* Quince títulos personalísimamente favoritos.
Y también mis modestas contribuciones al género como escritor:
* "Nueve años" (2020).
* "Usted podría ser el siguiente" (2021).
* "Peripecias inconcebibles" (2024).
Espero no haberles aburrido con este breve vistazo atrás. Gracias a todos mis seguidores, y a todos mis lectores anónimos, por haber contribuido a alcanzar esta cifra. Seguimos.
Cuando hace catorce años comencé la aventura de canalizar una de mis pasiones en el por entonces tan en boga formato "blog", jamás me planteé que algún día podría alcanzar una cifra tan alta. Antes bien, lo comencé sin marcarme meta alguna en cuanto a visitas o seguidores. Simplemente quería seguir hablando de una de mis mayores pasiones, y como por circunstancias personales se había complicado hacerlo cara a cara con algunos de mis mejores amigos, también aficionados, se me ocurrió imaginar a un lector virtual de ciencia-ficción al otro lado de la pantalla. Y el reto consistía en hablarle de temas que pudieran interesarle. Por eso comencé mi singladura con lo que a la larga se ha consolidado como la principal singularidad de este blog: las listas relativas a temáticas concretas dentro del género. Obviamente la primera de ellas surgió de manera natural: una lista de novelas imprescindibles para todo aquel que se quisiera adentrar en el género, según mi humilde criterio. Este enfoque tuvo buena acogida, así que en vez de traerles novelas de manera más o menos deslavazada, en seguida comencé a presentarlas con un hilo conductor. Surgieron así las revisiones de las principales sagas, de las novelas ganadoras de los premios Nébula, o de las principales novelas de mi escritor favorito, Robert Silverberg. Y con el paso de los años, y como resultado de un esfuerzo consciente por traer otras temáticas, listas más complejas de elaborar y de presentar, por el trabajo minucioso de investigación que requieren, pero que se han convertido en algunas de las entradas más populares del blog. Como las de los subgéneros de las ucronías, de las distopías en el siglo XX, o de la ciencia-ficción dura. Y que, me permiteré confesarles, constituyen las entradas de las que más orgulloso me siento, pues creo que si ahora estuviera dando mis primeros y titubeantes pasos dentro de este apasionante género, agradecería especialmente esas listas para poder ahondar en una temática concreta, de manera estructurada y presentada cronológicamente.
Ni que decir tiene que este blog siempre ha carecido de cualquier tipo de promoción. Su apuesta se basaba en la esperanza en que el todopoderoso buscador de Google terminara ofreciendo alguna de mis entradas como resultado de la búsqueda de un autor, una novela, o simplemente una temática relacionada con el género. Lo llamativo fue que, a pesar de esta carencia, poco a poco muchos de ustedes fueron aterrizando en una u otra de sus entradas, y así la magia de entrar en contacto con el aficionado virtual que me había imaginado fue teniendo lugar. Hasta alcanzar esa, para mí al menos, espectacular cifra. Pese al gradual reconocimiento alcanzado, nunca me planteé monetizar el blog, pues afortunadamente la ciencia-ficción no deja de ser una de mis pasiones, no una manera de ganarme la vida. Sí que conforme fueron pasando los años y el mundo virtual fue evolucionando hacia otros formatos, desde las redes sociales hasta las plataformas de streaming, me planteé transcionarlo a alguno de ellos. Pero por serles franco, terminé concluyendo que una reseña en formato texto en el blog iba a resultar mucho más argumentada y más entendible que su eventual equivalente en un formato vídeo, que no domino y que me obligaría a grabar y regrabar ciertas partes para en el fondo estar basándome en el mismo guion escrito. También descarté servirme de la ubica Instagram, porque tampoco terminaba de ver cómo la literatura de ciencia-ficción se podría adaptar a un formato que prima las imágenes. Y otras alternativas como X se quedaban demasiado escuetas para mis revisiones y reflexiones. Aunque seguramente algunos de ustedes sí sepan que, de un tiempo a esta parte, cuando publico una nueva entrada, me hago eco de ella en mi perfil de X.
Así que aquí sigo, escribiendo en blogger como el primer día. Pero eso no significa que ni el blog, ni yo mismo, hayan evolucionado en todo este tiempo. El blog cada vez ha sido referenciado desde más páginas, y ello ha constituido una de las razones principales por las que las entradas escritas en estos últimos años han tendido a ser más subjetivas, menos descriptivas de la obra en cuestión. Y yo por mi lado he dado finalmente el salto de bloguero a escritor a tiempo parcial, animado en parte por los comentarios de algunos de ustedes, fieles seguidores del blog. Por ello a día de hoy son ya tres mis novelas publicadas. Aunque debo reconocerles que casi tan importante para mí como su publicación comercial fue su inclusión en la imprescindible Tercera Fundación, esa base de datos que tanto ha hecho por la literatura de ciencia-ficción para el lector en español a lo largo del último cuarto de siglo.
Reflexionando hace unos días sobre este hito, me planteé lo que muchos se estarán imaginando: ¿seguirá activo el blog para alcanzar otras trescientas mil visitas dentro de muchos años? Pues me gustaría asegurárselo, pero no lo sé. Otros quince años de bloguero significarían nada menos que treinta apareciendo puntualmente por aquí. Y ello no sólo implicaría que para entonces uno ya tendría una edad considerable (tal vez incluso excesiva para conservar cierta lucidez mental), sino también que aún seguiría trayéndoles nuevas temáticas, subgéneros y obras. Un doble reto, pues aunque rico en su variedad, son ya muchas las vertientes del mismo que he ido tratando en todos estos años, no se crean que quedan tantas. Y además, ese ritmo casi perfecto de dos entradas al mes que llevo manteniendo casi desde el principio (las otras dos semanas, por cierto, suelo escribir sendas entradas en mi otro blog, "Pop, rock y más", dedicado a la música contemporánea), está resultando cada vez más complicado de mantener, pues son ya más de trescientas las obras que he reseñado, y ya no dispongo de demasiadas lecturas acumuladas de las que poder tirar para mantener esa cadencia. Sí que espero, por lo menos, mantener la ilusión por contribuir a la difusión y al disfrute de este maravilloso género.
A modo de cierre, voy a refrescar por aquí algunas de esas entradas relativas a temáticas y subgéneros que tanta difusión han logrado:
* El subgénero de las ucronías.
* Las escritoras de ciencia-ficción.
* El subgénero de las distopías en el siglo XX.
* Escritores españoles de ciencia-ficción.
* El subgénero de la ciencia-ficción dura.
* Marte en las novelas de ciencia-ficción.
* Las sagas en la ciencia-ficción.
* Quince títulos personalísimamente favoritos.
Y también mis modestas contribuciones al género como escritor:
* "Nueve años" (2020).
* "Usted podría ser el siguiente" (2021).
* "Peripecias inconcebibles" (2024).
Espero no haberles aburrido con este breve vistazo atrás. Gracias a todos mis seguidores, y a todos mis lectores anónimos, por haber contribuido a alcanzar esta cifra. Seguimos.
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