lunes, 1 de abril de 2013

El trono de mundo anillo (1996). Larry Niven

Mi siguiente título en la lista de novelas decepcionantes es "El trono de mundo anillo", tercera parte de la famosa saga "Mundo anillo" escrita por Larry Niven. Para el habitual seguidor de este blog es posible que encontrar este título en mi lista de novelas decepcionantes tal vez sea una sorpresa, puesto que ya reseñé "Mundo anillo" en mi lista de 15 novelas personalísimamente favoritas. Lo que sucede es que desde que Niven publicó "Mundo anillo" en 1970 hasta que vio la luz este "Trono de mundo anillo" transcurrieron nada menos que 26 años. Y ni la ilusión del escritor era la misma, ni su momento de carrera tan inspirado, ni el objetivo de su creación era tan claramente crematístico. Con lo cual, mi impresión tras leer esta novela es que estábamos ante poco más que un mero encargo editorial: sin fuerza, sin un hilo argumental definido, confusa y por momentos hasta descuidada, sólo la ambientación y la curiosidad por saber hacia dónde quiso llevar Niven su saga más famosa mantienen un mínimo de interés.

En esta novela el lector se reencuentra con Luis Wu, protagonista absoluto de la saga, ahora envejecido, y el titerote de Pierson Inferior, que se encarga de "curar" a Wu de su vejez. Además, un tercer protagonista es el hijo de Chmeee (el viajero kzin de la primera expedición), un joven guerrero llamado Acólito. Pero al contrario de lo que cabría esperar, el peso de estos personajes en la narración es muy escaso durante la primera mitad de la novela, en la cual Niven nos muestra cómo varias especies homínidas del Mundo Anillo se han unido para eliminar un gran nido de vampiros que se han estado alimentando de ellos. Mezclar los "vampiros" con el científico "Mundo Anillo" no parece una idea muy acertada sobre el papel, y la lectura se encarga de confirmarlo, pues la novela queda en un estado en el que la parte científica se resiente y la parte de terror que podría reemplazarla es inexistente. De hecho, en muchas situaciones Luis, el Inferior y Acólito son meros observadores, siendo la lucha de poder entre los protectores Pak el principal argumento de la mayor parte de la novela.

Así, aunque la obra se inicia con una entretenida batalla que nos hace concebir esperanzas sobre lo que nos puede deparar, en seguida el lector nota que la historia está narrada de manera bastante confusa, con pérdidas de ritmo constantes, algunos errores sorprendentes por parte de de Niven (por ejemplo, que uno de sus personajes conozca los volcanes cuando en el Mundo Anillo es imposible que los haya) y una traducción plena de errores, que hacen la lectura bastante farragosa. Tanto que hacia el capítulo 6 ya es imposible determinar hacia dónde va la novela; ni siquiera es fácil (a pesar de la lista de personajes intencionadamente incluida como anexo) diferenciar las especies que van apareciendo: tanta riqueza creativa abruma y parece innecesaria como justificación de la alianza para eliminar la amenaza de los vampiros.

Afortunadamente, una vez el lector acepta que la novela se va a quedar en el rango de "obra menor", es posible encontrarse con capítulos interesantes, como son aquellos en los que se exploran nuevas áreas del siempre fascinante Mundo Anillo o algunos pasajes de aventuras característicos de su autor. Eso sí, la siempre cuestionable habilidad literaria de Niven queda en entredicho, con pasajes y episodios mediocremente narrados (como botón de muestra, el capítulo 19 termina con este párrafo de una única frase: "El protector lo empujó a través", todo un ejemplo de cómo no concluir un capítulo). Y para complicar más la cosa, algunos escenarios resultan realmente difíciles de visualizar.

Por lo tanto, cuando finalmente los protagonistas de la saga toman relevancia en los acontecimientos, no queda claro cuál va a ser su rol, lo que provoca que el tramo final de la novela resulta muy poco clarificador (mención especial para el capítulo 29, Minero, que es tremendamente lioso) y el final es poco menos que irritante por intrascendente. Eso sí, es de agradecer el glosario de conceptos y lugares que se adjunta al final, así como el resumen de los parámetros geofísicos del Mundo Anillo. Porque eso es lo más positivo de esta obra: el reencuentro con uno de los lugares más fascinantes de la historia de la ciencia-ficción. Así que sólo les animo a leer "El trono de mundo anillo" si les fascina el universo representado por el Mundo Anillo; si no, es mejor que se abstengan.

2 comentarios:

  1. Enhorabuena por tu blog que sigo con interés, ya que coincidimos bastante en gustos por lo que he visto y se agradecen estas entradas de "decepciones" (con las que también coincido en su mayor parte, la verdad). Tengo en "la pila" algunos de los que recomiendas y que aún no he leído ("La nube negra" de Hoyle y "La sombra errante" de Stableford). En estos momentos ando leyendo "Un caso de conciencia" de Blish en la nueva traducción de Carlos Gardini, y la estoy disfrutando bastante. ¡Saludos!

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    1. Gracias por tu comentario, y espero que sigamos teniendo gustos alineados. Ya reseñé Un caso de conciencia es sin duda un gran clásico. ¡Ah! Y no dudes en suscribirte como seguidor.

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