domingo, 24 de octubre de 2021

"El rebaño ciego" (1972). John Brunner

Con la presente entrada prosigo con mi reseña en orden cronológico de novelas de cabecera de muchos de los mejores escritores británicos de ciencia-ficción. Seguimos en 1972, año en que vio la luz "El rebaño ciego", una de las obras más reconocidas de John Brunner. Que aunque en mi opinión se queda muy lejos de ser "la mejor novela de ciencia-ficción de todos los tiempos", como en la portada de su edición más reciente defiende el para mí pretencioso John Grant (autor de una poco fiable enciclopedia de ciencia-ficción), sí que resulta una novela recomendable a pesar del tiempo transcurrido desde su publicación. Eso sí, con un defecto grave que a mi modo de ver la aleja de la categoría de clásico: su excesiva complejidad.

Lo que hace particularmente dificultosa la lectura es el número tan vasto de personajes. Tanto que, tras la lectura de los primeros capítulos, empecé a construirme una lista con los personajes más relevantes y sus ocupaciones, con el fin de no perderme. Cuando llegué al final de la lectura, tenía apuntados más de cuarenta... Con lo cual, a pesar de mis esfuerzos, cada vez que retomaba la lectura, casi nunca recordaba en qué punto había dejado Brunner la actividad de un determinado personaje que volvía a aparecer unos capítulos más adelante. Comprendo que en una obra tan ambiciosa como ésta se busca dar una imagen lo más completa posible de los acontecimientos, pero a mi modo de ver faltan referencias y recordatorios que faciliten el disfrute del lector. El mejor ejemplo de todo lo anterior lo constituye el capítulo titulado "Cuadro sinóptico": la complejidad en ese punto de la novela ha llegado a ser tal que Brunner se ve obligado a dedicar unas breves líneas a los más de treinta frentes que ha abierto. Es una solución válida, pero en mi opinión poco recomendable salvo para eruditos que puedan dedicar horas y horas a una lectura minuciosa.

De todos modos, mi impresión global de la novela fue lo suficientemente favorable como para traerla hoy aquí, y se justifica en muchos aspectos. Quizá la mayor virtud del libro sea el realismo de la trama. Una y otra vez tuve la sensación de que entre la situación real de la Tierra en la época en que sitúa Brunner la acción y la que él relata en sus páginas sólo existía una estrecha y vulnerable franja. Al no exagerar la catástrofe, aunque sí muestra todas las barbaridades que se comentían y se cometen contra el planeta (contaminación, almacenamiento de residuos, mala calidad de los alimentos, cambio climático), Brunner consigue sobrecoger intensamente al lector. Y, por supuesto, todo ello se enmarca en una trama primorosamente urdida: la verosímil "despreocupación" gubernamental, el radicalismo de los grupos armados, la utopía de los trainitas... Hasta los terroríficos efectos del mercantilismo mal entendido son reflejados con precisión.

Terminando con el capítulo de los defectos, no me gustaron los títulos demasiado altisonantes de muchos capítulos, ni las poesías que encabezan cada uno de los meses. Y en lo que se refiere a aciertos, debo mencionar dos personajes que me han gustado especialmente: Pete Goddard, quien por su raza, su lesión, su profesión y su conversión, es tal vez el que nos muestra la catástrofe una manera más humana, y Petronella Page, la perfecta entrevistadora televisiva en horario de máxima audiencia, capaz de conmocionar al país entero con unas cuantas frases aceradas.

El final, tras casi quinientas páginas, no aporta prácticamente nada, pero tampoco importa, porque la pretensión final de Brunner fue siempre más mostrar la situación que llevarla a un punto determinado.

martes, 12 de octubre de 2021

"Fuga para una isla" (1972). Christopher Priest

Una entrada más continúo con la reseña de alguna de las más reconocidas novelas de los principales escritores británicos de ciencia-ficción. Nos adentramos ya en la década de los setenta, en pleno auge de la New Wave, periodo durante el cual fraguó su carrera Christopher Priest, uno de los más laureados escritores de su país, y que ya ha aparecido en varias ocasiones por este humilde blog. Razón por la cual hoy voy a hablarles de "Fuga para una isla", la segunda novela que publicó. Y que a pesar de la perceptible inmadurez de su autor a la hora de elaborarla, es ya una novela intensa, coherente y altamente especulativa, aunque en mi opinión excesivamente deudora de esa New Wave a la que aludía antes.

Resulta innegable que los postulados de esta corriente regían para Priest cuando escribió esta obra. Sólo así puede comprenderse la singular estructura de la novela, una sucesión de unos cuantos episodios en la vida del protagonista, que son presentados sistemáticamente de manera inconexa. Estructura que exige un encomiable esfuerzo por parte del lector, y que a mi modo de ver repercute negativamente en el disfrute de la obra. También se percibe la New Wave en la excesiva atención que presta Priest a las inquietudes sexuales de Whitman, en el detalle de que no se concreta la época (sólo sabemos que todos los acontecimientos narrados suceden en unos dos años), y en muchos casos tampoco el lugar, o en el hecho de que, aparte de la verosimilitud, el componente científico no está demasiado cuidado.

Pese a estos notables defectos, el escritor ya exhibe el talento que perfeccionaría en posteriores obras, y que contribuye decisivamente a que la impresión global del libro sea favorable. Por ejemplo, se trata de una novela corta en extensión, pero muy bien aprovechada, ya que todo se centra en Alan Whitman, su protagonista. La credibilidad es el pilar que sustenta la obra: la hipótesis de partida es inquietantemente creíble, el proceso gradual de la invasión también se antoja verosímil, la aparición de diversos bandos (Secesionistas, Nacionalistas, Refugiados, Naciones Unidas, otras fuerzas internacionales) es creíble, así como el neofascista partido en el poder (Tregarth)... Hasta los detalles formales y personales que describe el autor resultan creíbles.

Las dotes de Priest como narrador se ponen de manifiesto a lo largo de las páginas, destacando una prosa clara, concisa y expresiva, que atrapa a lector. Además, el autor sabe reflejar las atrocidades de la guerra: toda su crudeza, las barricadas, el miedo latente, la alteración de la vida cotidiana... Algunos episodios como la supervivencia de la familia en la campiña, o la carencia de gasolina, son particularmente perturbadores. Otro acierto que a mi modo de ver realza la obra es la precisión de las relaciones entre el protagonista y los personajes principales: Lateef, el astuto y valiente jefe de los refugiados; e Isobel y Sally, una esposa y una hija completamente verosímiles.

Para terminar, citar otros defectos menores que explican por qué ésta no sea una de las obras de cabecera de Priest. El primero, el título: no existe tal fuga del Reino Unido, ni nada que se le parezca. El segundo, que salvo que la narración en realidad transcurriera justamente en la década de los ochenta del siglo pasado, la ausencia de referencias a nuevos avances tecnológicos y utensilios electrónicos que deberían haber sido cotidianos es total. Y el tercero, el final: por una parte esperable, por otra muy seco, y por encima de todo, nada concluyente. Recomendable en todo caso si las novelas más reconocidas del británico nos dejaron con ganas de más.

"Accelerando" (2011). Charles Stross

Una nueva entrada prosigo con la reseña en orden cronológico de los autores y las novelas más representativas de la ciencia-ficción dura . ...