domingo, 19 de noviembre de 2017

Mysterium (1994). Robert C. Wilson

Con la presente entrada prosigo reseñando las novelas que he seleccionado como representativas de la alteración de la realidad en la literatura de ciencia-ficción de la mano de dos de sus escritores de referencia: Philip K. Dick y Robert C. Wilson. Es el turno de "Mysterium", del estadounidense afincado en Canadá Robert C. Wilson. Que sin ser tampoco la mejor novela de su producción, sí que es superior a "Nómadas", la novela que reseñé hace unos días y que le precede cronológicamente en cuanto a su bibliografía editada en español. "Mysterium" parte de un punto de partida similar al que años más tarde explotaría en la más conocida "Darwinia" (que ya reseñé en este mismo blog): el traslado de una franja de territorio a una realidad diferente, creando así una realidad alternativa. Y lo explota de manera amena, inquietante, bien estructurada y que deja con ganas de más.

Wilson nos presenta el traslado del pequeño pueblo de Two Rivers, en Michigan, a una realidad alternativa. Y si se ha leído "Darwinia" con anterioridad, la primera parte de la novela nos producirá sensaciones de dejà vu (algo así como si Wilson fuera el Robin Cook de la ciencia-ficción) dado que ambas exploran conceptos y situaciones similares. Pero si obviamos esa sensación, ya en esa primera parte podremos apreciar muchas de las virtudes de la novela: su ritmo trepidante (con ciertas influencias de los talleres de escritura de best-sellers); su amplio elenco de personajes, que permite contemplar una amplia panorámica de la vida en el pueblo, a la vez que tratar todos los temas que le interesan al autor; y el desasosiego propio del misterio planteado, que es evidentemente muy atrayente.

En la reseña del Publishers Weekly que figura en la contraportada encontramos una excelente síntesis de los elementos que mezcla acertadamente Wilson: la ciencia, pues en todo momento intenta encontrar una explicación plausible a lo ocurrido (se habla de física cuántica, de agujeros de gusano...) y recurre una y otra vez a la figura del físico y premio Nobel Alan Stern; la religión, contraponiendo nuestra reconocible sociedad de débil y fragmentada presencia religiosa (católicos, bautistas, evangelistas, judíos) al fanatismo de los Estados Unidos alternativos que plantea, sostenido por un cristianismo gnóstico; la filosofía, quizás el elemento más endeble a pesar de la reconocible búsqueda de Dios en el origen de todo; y la historia alternativa, con muchas reminiscencias de la actual pero menos avanzada científicamente y quizá por ello más férrea en lo moral.

Una de las razones por las que la novela es tan disfrutable es que conforme avanzan los capítulos Wilson logra no sólo mantener la atención en sus personajes sino hacer que se comporten de un modo natural, llevándolos a interrelaciones y dependencias razonables. Su caracterización es siempre correcta, con mención especial para Dex Graham (el inquieto profesor de instituto) y Howard Poole (sobrino de Stern y descubridor del "misterio"). Por la misma razón el desenlace no desentona: el escritor se acuerda de mostrarnos a muchos de esos personajes, elimina a los moralmente más reprobables, abre una puerta a la esperanza para otros y da una explicación coherente y abierta a sus protagonistas.

En cuanto a los defectos, aparte de una idea de partida común a otras novelas del autor y por tanto ya explorada, y de que el esfuerzo por abarcar tantos personajes dificulta que el lector se llegue a identificar con alguno de ellos, señalar cierta falta de acción en la primera de la novela, unas instituciones religiosas de los E.E.U.U. no completamente explicadas y excesivamente malévolas, y unas especulaciones filosófico-religiosas (Protennoia, Sofía) un tanto aburridas (aunque afortunadamente breves). Defectos en todo caso relativamente menores dentro de esta meritoria novela.

jueves, 9 de noviembre de 2017

Nómadas (1989). Robert C. Wilson

Prosigo reseñando las novelas que he escogido como representativas de la alteración de la realidad en la literatura de ciencia-ficción. En mi anterior entrada completé las reseñas de Philip K. Dick que seleccioné para visualizar esta corriente, por lo que en esta entrada voy a iniciar las reseñas de su contrapunto especulativo, el estadounidense afincado en Canadá Robert C. Wilson. Como expuse hace unas entradas cuando me propuse contrastar la alteración de la realidad planteada por estos dos escritores de referencia en el género, aclaré que ambos no llegaron jamás a publicar simultáneamente, lo que me permite puntualizar que Wilson no es uno de los imitadores de Dick que tanto han prosperado en los últimos tiempos, sino un escritor con una gran personalidad por sí mismo, y cuyo acercamiento a la realidad alterada difiere claramente del de Dick. Voy a presentarles en esta primera reseña "Nómadas", la novela de Wilson (de las traducidas al español) más cercana cronológicamente a su debut como escritor en 1986. Se trata pues, de una novela de juventud en la que el escritor aún estaba desarrollando su personalidad literaria. Y pese a ello, una obra en la que ya empieza a mostrarnos sus habilidades, tanto a la hora de crear sus habituales realidades "alteradas", como a la hora de caracterizar sus personajes. Eso sí, le falta un punto de madurez.

Quizá porque, a diferencia de otras novelas suyas posteriores en el tiempo, la realidad alterada no es tanto el factor sorpresa como el vehículo para que sus protagonistas encuentran el sentido a su vida, y por tanto crear la trama en torno a ellos. Así, tras presentarnos a Karen White (una mujer recién divorciada y con la esperable sensación de fracaso), y su adolescente hijo Michael, Wilson nos muestra las anomalías en sus vidas, que antes de que termine la primera de las tres partes de esta relativamente corta novela desembocan en la capacidad para trasladarse a otras Norteaméricas paralelas. Con lo cual ya puede ir intercalando varios interludios del original e inquietante Novus Ordo, unos E.E.U.U. alternativos más fríos y con un un componente religioso (otra de las obsesiones de Wilson) más acentuado.

Una vez planteada la problemática y el mundo alternativo sobre el que se desarrolla, Wilson dedica las otras dos partes de la novela a hacer converger ambos elementos. Y para ello recurre al concepto del viaje iniciático: primero de Laura, Karen y Michael al hogar familiar y luego al Novus Ordo. Wilson aprovecha este viaje para caracterizar de manera magistral a sus personajes, que van atando cabos, superando traumas infantiles y encontrándose a sí mismos a partes iguales. Y es que es debe valorarse la habilidad de Wilson para construir una trama rica e interesante con muy pocos personajes, e incluso darle un barniz de thriller gracias a las recurrentes apariciones del Hombre Gris/Walker.

Ahora bien, aparte de una inesperada falta de misterio si tenemos en cuenta el escenario sobre el que se desarrolla, la novela adolece de otras deficiencias que impiden incluirla entre lo mejor de su producción. En primer lugar, un componente científico cuestionable (pues con la realidad convencional conviven puertas, aristas y otros elementos llamados literalmente mágicos...). En segundo, algunas situaciones difíciles de justificar, como la naturalidad con la Michael deja de ir a la escuela por tiempo indefinido. Y en tercero, el cuestionable papel del hermano pequeño Tim, con su no del todo comprensible rol de "gancho" del Novus Ordo para sus hermanas.

Estos defectos hacen que el tramo final del libro sea correcto pero no apasionante, pues tanto el cautiverio de sus protagonistas en el Instituto del Novus Ordo como su liberación posteror son percibidos como episodios relativamente esperables en un escenario en el que "todo cabe". Eso sí, Wilson intenta cerrar el círculo de la situación en la que quedan todos sus personajes de manera encomiable, y nos presenta un final abierto, quizá sin aprovechar todas las posibilidades de su idea original, pero correcto. Y es que al fin y al cabo una de las mayores virtudes de Wilson es su capacidad para hacer que personajes inverosímiles en su realidad alterada aparezcan como creíbles a los ojos del lector. Lo cual en un género tan netamente especulativo como la ciencia-ficción es en mi opinión una gran virtud.

"El bosque oscuro" (2017). Cixin Liu

Continúo avanzando con esta nueva entrada en mi recorrido en orden cronológico por los autores y las novelas más relevantes del subgénero d...