domingo, 10 de septiembre de 2023

"Misión de gravedad" (1954). Hal Clement

Con la entrada que hoy les traigo inauguro el recorrido en orden cronológico por los autores y las novelas más representativas del subgénero de la ciencia-ficción dura. He tenido la suerte de que en este caso cronología y relevancia coincidieran, porque "Misión de gravedad" es, probablemente, la mejor obra para iniciar este periplo. Pues tanto ella como su autor, el estadounidense Hal Clement, siguen siendo a día de hoy dos de las principales referencias de este apasionante subgénero. En efecto, Clement se caracterizó como ningún otro escritor hasta entonces por otorgar a la ciencia el papel preponderante que el término ciencia-ficción parecía sugerir. Y "Misión de gravedad" es únanimemente reconocida como la novela más relevante de su producción. Y es que el primer gran libro de la ciencia-ficción dura sigue sorprendiendo por su frescura y su vigencia nada menos que setenta años después de su publicación. Plena de ciencia, y a la vez tremendamente amena gracias a sus continuas aventuras y a un cautivador sentido de la maravilla.

El planeta Mesklin, con las enormes variaciones de gravedad a lo largo de su superficie, es el incuestionable protagonista de esta obra. Mediante sus mares de metano, sus bajísimas temperaturas, y sus originales formas de vida como verosímil y original complemento del tirón gravitatorio, pone a disposición de Clement una cantidad ingente de material para sus especulaciones científicas de altos vuelos. Algo que el escritor hace a la perfección: con la salvedad de pequeños errores de cálculo, todos los efectos y todas las consecuencias de las situaciones en las que las distintas ramas de la ciencia se ven involucradas, están perfectamente razonadas, y se presentan, además, de manera didáctica y amena.

Pero la novela posee la suficiente carga argumental para ir mucho más allá de un mero ensayo científico: la trama es sencilla (los mesklinitas del capitán Barlennan acuerdan ayudar a los humanos a llegados al planeta a recuperar un importante cohete varado en la extrema gravedad del Polo Sur), pero el escritor logra hacer de esta travesía una sucesión de disfrutables aventuras. Las cuales involucran desde otras tribus de mesklinitas convenientemente adaptadas a las particularidades de su entorno hasta inesperados accidentes geológicos. Que obligan al continuo empleo del ingenio colaborativo de mesklinitas y humanos para salir airosos, y que mantienen vivo en todo momento el sentido de la maravilla inherente a este subgénero, consiguiendo así una lectura ágil y entretenida.

Y es que, como corresponde a una novela de ciencia-ficción dura, los personajes, aunque siempre reconocibles y coherentes, se hallan en un discreto segundo plano. Más que un defecto, esto me parece una decisión consciente de Clement para conceder el mayor foco posible a lo realmente importante. Aun así, aspectos característicos de los alienígenas, como el miedo a las alturas, o su adaptabilidad a los cortísimos días mesklinitas, resultan convincentes. Más cuestionable puede resultar para algunos la similitud a la hora de reaccionar y razonar de los mesklinitas con los humanos. Por otra parte, la prosa del escritor me parece solvente, sin el más mínimo espacio para el relleno, y con un razonable equilibrio entre descripciones y diálogos, pero para los más literarios puede parecer poco florida y, sobre todo, parca a la hora de dimensionar los momentos de mayor emoción y tensión.

Pero esos son casi los únicos defectos que se le podrían achacar a una novela que sigue reivindicando su condición de clásico gracias, entre otras cosas, a su frescura y su originalidad. Pero también debido a las interesantes reflexiones que encierra: desde la más evidente, el fructífero colaboracionismo entre especies de mundos diferentes, hasta el fantástico alegato en favor de la adquisición de conocimientos realizado por Barlennan en nombre de su especie en el penúltimo capítulo. Y que permite un desenlace satisfactorio no sólo desde el punto de vista argumental, sino también desde el especulativo. Ideal para quienes desean adentrarse en el subgénero de la ciencia-ficción dura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

"El bosque oscuro" (2017). Cixin Liu

Continúo avanzando con esta nueva entrada en mi recorrido en orden cronológico por los autores y las novelas más relevantes del subgénero d...