Una nueva entrada prosigo con las novelas que recomiendo leer de las principales sagas de ciencia-ficción disponibles para el lector en español. Hoy voy a reseñar "Hyperion", primera de las novelas que conforman la tetrología conocida como "Los cantos de Hyperion", la obra más conocida y reputada del estadounidense Dan Simmons. La saga la conforman las siguientes novelas:
Hyperion (1989)
La caída de Hyperion (1990)
Endymion (1996)
El Ascenso de Endymion (1997)
En primer lugar debo decir que "Hyperion" y "La caída de Hyperion" son en realidad una única novela partida en dos para su publicación, a causa de su enorme extensión. Por lo cual es muy recomendable no empezar a leer "Hyperion" sin tener a mano "La caída de Hyperion". Y en segundo lugar, y a pesar de la fama de la que disfruta toda la saga en España, únicamente recomiendo leer las dos primeras novelas de la misma, que son las que al fin y al cabo recibieron los mayores galardones. Porque aunque la mezcla de ciencia-ficción y terror (encarnada por El Alcaudón) que nos propone Simmons me parece interesante y relativamente original, y a que tanto "Hyperion" como "La caída de Hyperion" contienen pasajes muy brillantes, me parecen novelas con demasiados altibajos para el número de galardones que recibieron.
Quizá la mayor virtud de "Hyperion" sea su capacidad para mantener la atención del lector. Pese a su notable extensión, la lectura de la novela, con breves episodios descriptivos de la peregrinación y seis historias personales contadas con todo detalle (al estilo de los "Cuentos de Canterbury" de Geoffrey Chaucer), permite a Simmons mantener la narración bajo control y aumentar o disminuir su intensidad en cada momento. Además, es justo reconocer la gran inventiva que muestra el autor: la estructuración de la galaxia en el siglo XXVIII, el correcto uso de los avances científicos más relevantes, y el equilibrio de poderes entre los distintas fuerzas (Hegemonía, red de mundos, FUERZA, Éxters...) están muy conseguidos, y el planeta Hyperion cautiva por su variedad, ya que se describen con detalle sus parajes más relevantes. Por cierto que en estas descripciones Simmons hace gala de un vocabulario rico, empleado con precisión, aunque con una prosa en ocasiones demasiado poética.
El problema de presentar seis historias independientes es que cuando alguna de ellas flaquea, el lector ansía que concluya y dé paso a otra más atrayente. Tal problema afecta en mi opinión a las narraciones del coronel de FUERZA Fedhman Kassad, confusa e irreal, con sus batallas y su relación con Moneta, y de la detective Brawne Lamia, demasiado complicada para su disfrute (cíbridos, IA's, TecnoNúcleo...). Otro defecto que arrastra toda la novela es el excesivo número de referencias a la Tierra del s. XX (hasta el SIDA, los nazis alemanes o una canción del Mago de Oz) y a la obra del poeta romántico inglés John Keats, poco conocido para el lector medio español. En otro orden de cosas, posiblemente sobran algunas escenas eróticas, que hacen a veces parecer a "Hyperion" más un best-seller que una novela de ciencia-ficción.
Obviamente, en el otro lado de la balanza se encuentran las narraciones personales que rayan a gran altura. Para mi gusto, dos: la del sacerdote católico Lenar Hoyt, estratégicamente situada en primer lugar, llena de aventuras, enigmas y misticimo religioso encarnado por Paul Duré y su búsqueda de los bikura, y la del profesor judío Sol Weintraub, de una desesperación y un dramatismo incontestables. Esta última además aprovecha hábilmente una idea brillante, como es la de las Tumbas del Tiempo y su retroceso temporal desde un punto futuro, que afecta a su hija Rachel. Y la primera lleva a su máxima expresión las referencias a las distintas religiones monoteístas (católica, musulmana, judía), que jalonan toda la novela y que se emplean como parte destacada de la misma.
Para concluir, un par de defectos más: el papel de agente doble del cónsul con el que Simmons pretende sorprendernos se intuye desde un principio, y no funciona como efecto sorpresa (menos cuando su narración es la que Simmons coloca en último lugar); y el final, decepcionante por inexistente: se trata de un mero punto y seguido que no aclara nada, y sólo puede juzgarse benévolamente si de inmediato se comienza la lectura de "La caída de Hyperion". Que es lo que les recomiendo hacer de aquí a que publique su reseña.
Un apasionado de la literatura de ciencia-ficción y escritor a tiempo parcial que dedica parte de sus escasos ratos libres a compartir su pasión con el resto de aficionados.
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