Una entrada más continúo con las reseñas de las novelas que recomiendo leer de las principales sagas de ciencia-ficción disponibles para el lector en español. En esta ocasión le ha llegado el turno a la Saga de los Mundos, del estadounidense Joe Haldeman. Se trata de una trilogía compuesta por las siguientes novelas:
Mundos (1981)
Mundos aparte (recientemente reeditada como "Mundos separados", 1983)
Mundos en expansión (1992)
Durante más de veinte años el lector en español sólo pudo disfrutar de las dos primeras novelas de la serie (gracias a la colección de bolsillo de Ultramar), hasta que La Factoría de Ideas recientemente publicó "Mundos en expansión", completando así la trilogía original. Este hecho condicionó la lectura de la saga a varios miles de lectores, entre ellos a mí mismo. Razón por la cual a la hora de recomendar las distintas novelas que conforman la trilogía, no puedo emitir un juicio sobre si leer o no sus tres entregas, pues sólo he leído las dos primeras novelas. No obstante, es fácil entender que si la publicación de "Mundos en expansión" se retrasó tanto debió de ser porque la repercusión comercial de las dos primeras novelas de la saga fue menor. Repercusión que coincide con mi impresión general de la saga; de hecho, hasta el último minuto he dudado si recomendar "Mundos separados" además de "Mundos", pero al final me he animado a reseñarla por una razón que expondré en la siguiente entrada.
De momento centrémonos en "Mundos", la novela que inició la saga y le da título. Una novela entretenida, cargada de ideas interesantes, que si pretendía ser algo más que un entretenimiento, me temo que no lo termina de conseguir. Aunque no es la primera vez (ni probablemente sea la última) que tengo la misma impresión con una novela de Haldeman. Puesto que para mí el defecto que condiciona esta vertiginosa novela es claro y en buena medida aplicable a toda la saga: en ningún momento el lector capta el eje de la trama. No es que esté en contra de los tour de force en la literatura de ciencia-ficción, pero es que con "Mundos" el lector no sabrá si está leyendo una novela introspectiva, de amor, sobre una catástrofe... Y claro, esa carencia merma el interés de la novela.
De hecho un título del estilo "Marianne O'Hara, primera parte", en alusión a la protagonista absoluta de la saga, podría ser incluso más revelador de lo que encierran sus páginas. Pues es lo que el lector saca en claro de un comienzo frío, en el cual se nos presenta a la protagonista sin poner demasiado esfuerzo en su caracterización psicológica y, sin más explicación, se empieza a relatar lo que le sucede. No obstante, la estructuración en capítulos cortos (nada menos que 50 en una novela de 300 páginas), director y de títulos sugerentes mantiene alejada la fatiga. Además, el mapa de la segunda mitad del siglo XXI, con decenas de colonias aritificiales orbitando en torno a la Tierra, está logrado conceptualmente, resulta plausible tecnológicamente, y está aliñado con una pizca de irónico ingenio, lo que lo hace parecer más real. Y por otra parte el ritmo narrativo, alternando diarios, narraciones en tercera persona y cartas enviadas por los personajes, componen un panorama agradable.
A lo largo de la novela me ha parecido sobredimensionado el tratamiento que Haldeman le da al sexo, tanto por su exagerada importancia en la vida de los personajes, como por su enfoque frívolo, de mero pasatiempo. Salvo en el tramo final de la novela, en el que Jeff Hawkings adquiere un papel más estable, los acompañantes/amantes de Marianne se suceden sin cesar, y aunque cada uno contribuye en una pequeña dosis a enriquecer la narración, su previsible importancia desaparece pasadas unas páginas. Lo que debe añadirse a otro defecto serio: la nada justificada involucración de Marianne el grupo revolucionario; de pronto, se entera, se introduce en él y, de pronto, decide alejarse del mismo. Sin que quede clara, además, la implicación del grupo en la Revolución presentada por Haldeman. Aunque al menos esta implicación da un nuevo impulso a la novela.
Pero aún sin ser una novela redonda es justo reconocerle a Haldeman sus aciertos. Sobre todo, el trepidante recorrido por la Tierra de finales del siglo XXI. Capítulos atrayentes por Nueva York, Nueva Orleans, Londres o incluso España (la localidad malagueña de Nerja, por la que aún circulaba la peseta como moneda oficial...). Contrariamente a lo habitual en el género, sin proponer un cambio excesivo respecto a la sociedad del siglo XX, lo que redunda en su verosimilitud. Tratando el elemento científico con rigor y solvencia, y no sólo en las estimulantes colonias. Y con el acierto final de unos capítulos finales que poseen la correcta dosis de acción, suspense y dramatismo. Aunque dejando los suficientes cabos abiertos para posteriores secuelas.
Secuelas, eso sí, que probablemente contarán con un número menor de lectores que "Mundos", ya que, como explicaba al comienzo, comprendo que a un número considerable de lectores no le habrá gustado lo suficiente esta primera entrega como para continuar con el resto de la saga.
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