Pues sí, no me refiero al controvertido pintor Mallorquí, sino al Miquel Barceló especializado en el género de la ciencia ficción en sus múltiples facetas de editor, traductor y escritor (por orden de importancia). Es la primera entrada que dedico en este blog a una persona nacida en España, pero considero que está totalmente justificada, pues en mi humilde opinión es la figura que de manera más decisiva ha contribuido a la difusión de la ciencia-ficción en nuestro país, y por ende, en toda hispanoamérica.
Ingeniero Aeronáutico por la Universidad Politécnica de Madrid y diplomado en Ingeniería Nuclear por la Junta de Energía Nuclear de Madrid, Barceló incorporó estos vastos conocimientos técnicos y científicos de primer nivel a su afición por la literatura, convirtiéndose con los años en todo un experto en lo que él gusta en denominar el "guetto" de la ciencia-ficción. Hasta el extremo que fue el primer miembro español de la SFWA (Sociedad Norteamericana de Escritores de Ciencia-Ficción). Pero lo que realmente le ha granjeado el reconocimiento de esta entrada ha sido su constante labor como editor.
En los primeros tiempos, del extinto fanzine "Kandama", en el que ya empezó a incorporar al género enfoques no vistos hasta entonces en nuestro país. Pero sobre todo a partir de su labor en ediciones B, donde ha dirigido durante muchos años la colección NOVA-ciencia ficción, especializada en relatos y novelas de ciencia-ficción. Aparte de prologar los libros que edita en esta colección con un artículo introductorio francamente interesante, su verdadera relevancia se explica gracias a la selección de títulos editados. De hecho, varios títulos de mi lista de 15 títulos imprescindibles para entender el género ("La nube negra" de Fred Hoyle, "Huevo del dragón" de Robert L. Forward, "Las torres del olvido" de George Turner) habían permanecido inéditos en español hasta que él, con gran acierto, se animó a hacerlo. Además, fue el introductor de otros nombres del género que, sin tener tan alta calidad como los citados, sí que se han convertido en autenticos best-sellers en España (Orson Scott Card, George R.R. Martin).
De hecho, el éxito continuado de Barceló como editor le permitió instaurar los que durante muchos años fueron los galardones de ciencia-ficción más relevantes en España: los Premios UPC (Universidad Politécnica de Cataluña). Que no sólo reconocieron a autores españoles, sino que gracias a su difusión y prestigio recibieron y premieron obras originales de escritores contemporáneos de primer nivel, como Robert J. Sawyer.
Pero si debemos quedarnos con un único hito en su trayectoria, ese es sin duda su ensayo "Ciencia Ficción. Guía de lectura". Publicado en 1990, es para el lector español la auténtica obra de referencia del género: centrada solamente en las colecciones patrias, en los libros del género que pueden encontrarse en nuestras librerías, y añadiendo a su exhaustivo recorrido por los escritores internacionales una buena revisión de los escritores españoles, es sin ningún género de dudas un libro imprescindible para todos los aficionados al género de habla hispana.
Tuve la suerte de que ese libro cayera en mis manos coincidiendo con mi mayoría de edad, y el abanico de corrientes, autores, subgéneros, pubicaciones, estilos y un largo etcétera fue de tal calibre que, a pesar de los años transcurridos, aún recurro a ella a menudo para contrastar impresiones o zambullirme en nuevos universos. Y además, me convenció de una idea que ya llevaba tiempo madurando en su interior: las grandes obras de ciencia-ficción no tienen nada que envidiar, literariamente hablando, a las grandes obras de la literatura generalista (mainstream), y su marginación no se justifica por cuestiones de calidad sino de falta de preparación científica y técnica del público generalista para su disfrute. Lástima que no haya sido actualizada desde su publicación, pues todo lo que ha ocurrido en el género en los últimos 22 años queda fuera de su alcance.
Me dirán sus detractores que en ocasiones Barceló deja traslucir en exceso unos gustos un tanto peculiares (por ejemplo, A.A. Attanasio), que con frecuencia critica ácidamente novelas por el mero hecho de ser "de derechas" (olvidando que la ciencia-ficción es el ámbito ideal para que escritores de cualquier espectro político usen sus creaciones para intentar defender sus ideas), o que conforme han transcurrido los años sus colecciones han reducido su encomiable amplitud de miras inicial a un puñado de escritores de menos unánime reconocimiento (Neil Stephenson, Vernor Vinge, el mismo Card).
Todo eso es cierto a mi modo de ver, pero ello no empaña su constante esfuerzo en la promoción del género. Por lo cual en 1996 la Asociación Española de Fantasía y Ciencia Ficción le concedió con todo merecimiento el Premio Gabriel A la labor de una vida.
Por último, debo mencionar que no he tenido la oportunidad de leer nada de su producción literaria (constituidad esencialmente por un puñado de novelas cortas), por lo cual no puedo valorar sus méritos como escritor. Pero en cualquier caso con sus méritos como editor ya ha logrado un puesto de privilegio en mi pasión por el género.
Un apasionado de la literatura de ciencia-ficción y escritor a tiempo parcial que dedica parte de sus escasos ratos libres a compartir su pasión con el resto de aficionados.
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Buena entrada. TAmbién yo recurro de vez en cuando a su Guía de la CF, aunque se ha quedado algo desfasada en lo que a autores más modernos se refiere.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, Manuel. A ver si entre todos animamos al bueno de Barceló a actualizar tan estupenda guía.
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