domingo, 29 de septiembre de 2013

Fundación (1951). Isaac Asimov

Prosigo en esta entrada con mis reseñas sobre las novelas que merecen la pena de la saga de la "Fundación" (en realidad, todas, si recuerdan mi entrada original sobre las sagas). En esta ocasión le toca a la novela que da título a la saga: fue la primera publicada como tal por el autor, y aquella con la que se iniciaba el conocido como "ciclo de Trántor" cuando la saga era tan sólo una trilogía. Aunque con las novelas que añadió Asimov a la misma en su última década de vida, ahora se sitúa argumentalmente en tercer lugar.

Voy a empezar con una opinión que será poco menos que una blasfemia para muchos de los aficionados al género: para mí "Fundación" es sin duda la novela más floja de la saga. Empleo el término blasfemia porque para la mayoría de los críticos es un hito en la historia de la ciencia-ficción, y además consideran que la trilogía original es la AUTÉNTICA SAGA (con mayúsulas), siendo las cuatro novelas que añadió a posteriori Asimov meros sucedáneos. Como ya he tenido oportunidad de indicar, discrepo completamente de esa interpretación, y así como "Preludio a la Fundación" y "Hacia la Fundación" me parecen novelas contemporáneas que expanden el ciclo de manera necesaria y sin sensación de relleno, "Fundación" es una novela original pero por la que se nota que el tiempo sí ha pasado.

El principal motivo para esta impresión es su carácter de fix-up de relatos: la "Fundación" es una colección de cinco relatos cortos que se publicaron por primera vez en un libro de forma conjunta en 1951. Como sabe el buen aficionado del género, esto era algo muy habitual en las primeras décadas del género. Así, cuatro de las historias ("Los enciclopedistas", "Los alcaldes", "Los comerciantes" y "Los príncipes comerciantes") habían sido ya publicadas entre 1942 y 1944 en el mismo orden cronológico que argumental. Y el quinto relato ("Los psicohistoriadores", que es con el que comienza el libro) fue añadido por Asimov para su recopilación en forma de libro.

Es, sin duda, una estructuración muy rigurosa y característica de su autor, además de adecuada para cubrir más de 200 años de la lejana historia futura ideada por Asimov. Asimismo permite, sin entrar en contradicciones de importancia, reflejar la "evolución" de la primera Fundación. Sin embargo, al condensar tantos avatares en poco más de 200 páginas, los relatos pecan de una excesiva abundancia de personajes un tanto esquemáticos y de situaciones expuestas sin mucho detalle, lo que les resta homogeneidad y dificulta un tanto su disfrute, especialmente al ser yuxtapuestos a las dos novelas anteriores de la saga. Por ejemplo, en el primer relato transcurre en Trántor y su protagonista sigue siendo Hari Seldon como en "Preludio a la Fundación" y "Hacia la Fundación", pero con una superficialidad que dista mucho de la cuidada elaboración con que se nos habían mostrado antes.

No obstante, la novela sigue siendo recomendable porque Asimov consigue que su ciencia de su psicohistoria quede razonablemente bien elaborada, y que las predicciones de Seldon sobre el derrumbe del Imperio Galáctico y la necesidad de establecer fundaciones que contribuyan a acortar el periodo de barbarie posterior aparezcan creíbles e influyentes en el desarrollo de la historia que nos presenta. Además, su habilidad narrativa no sólo facilita la lectura, sino que hace que muchos de los relatos obliguen a "leer entre los acontecimientos" para llegar a las conclusiones correctas, siendo así apreciable la auténtica maestría con la que están resueltos. Es el caso de "Los alcaldes" y, en especial, de "Los príncipes comerciantes", cuya mayor longitud (80 páginas) le ayudan a ser en mi opinión el relato más disfrutable de la novela. Y la magnitud espacial y temporal del Imperio Galáctico sigue siendo uno de los mayores elementos de fascinación, con mención especial para el planeta Términus, al que se trasladan los primeros miembros de la Fundación para empezar a recopilar la imprescindible "Enciclopedia Galáctica" con la que inevitablemente se inician cada uno de los relatos (o partes, según la novela) de toda la saga.

Es interesante, además, reseñar que la segunda Fundación, a la que Asimov dedicó atención preferente durante "Hacia la Fundación" no aparece como eje de ninguno de los relatos de este libro, en lo que a mi modo de ver es más una muestra de que Asimov fue enriqueciendo la saga conforme la fue escribiendo, que un olvido intencionado. Afortunadamente, como veremos en próximas entregas, esa sensación de saga en evolución y no del todo elaborada es exclusiva de esta novela, pues en todas las posteriores la sensación que Asimov traslada al lector es la de un (fascinante) todo perfectamente enlazado.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Hacia la Fundación (1993). Isaac Asimov

Tras el paréntesis vacacional, retorno mi actividad en este humilde blog con una de mis sagas favoritas: "la Fundació"n. Que consta de las siguientes 7 novelas (ordenadas tal y como Asimov esperaba que se leyeran):

1) Preludio a la Fundación (1988)
2) Hacia la Fundación (1993)
3) Fundación (1951, aunque el primer relato que la constituye se publicó en 1942)
4) Fundación e Imperio (1952)
5) Segunda Fundación (1953)
6) Los límites de la Fundación (1982)
7) Fundación y Tierra (1986)

Me parece una saga recomendable de principio a fin; ningún título desmerece al conjunto. Y varios de ellos forman parte de mi lista de novelas favoritas del género. Por esa razón ya reseñé la primera novela de la saga, "Preludio a la Fundación" en este mismo blog. Y por eso comienzo ahora el resto de las reseñas de la saga por "Hacia la Fundación".

Aunque argumentalmente es la segunda novela, inmediatamente anterior a la triología que durante 3 décadas conformó exclusivamente la saga (también llamada el ciclo de Trántor), cronológicamente fue la última en ser escrita por el Buen Doctor. De hecho, se publicó como novela póstuma, al año de su muerte, como un sensacional regalo para sus millones de seguidores en todo el mundo. Tuve la inmensa suerte de que cuando vio la luz en España acababa de terminar la lectura de "Preludio a la Fundación", por lo que fui de los primeros en leerla justo en el orden deseado por el escritor. Y debo decir que la lectura no me decepcionó.

La novela está excelentemente estructurada en cuatro partes ligeramente separadas en el tiempo, y mantiene a Hari Seldon, verdadero alter ego de Asimov, como protagonista absoluto a lo largo de la misma, si bien cada una de las partes recibe el título del principal co-protagonista en ellas: Eto Demerzel, Cleon I, Dors Venabili y Wanda Seldon. Trántor, la capital del Imperio Galáctico (y en mi opinión uno de los lugares más fascinantes de la historia de la ciencia-ficción) sigue siendo el marco escénico en el que se desarrollan los acontecimientos, para regocijo del lector.

La primera parte es una auténtica maravilla sobre los ardides de Eto Demerzel (verdadero poder en la sombra del imperio y en realidad el legendario robot asimoviano R Daneel Olivaw) para facilitar que el desarrollo de los acontecimientos se alinee al máximo con la Ley 0 de la Robótica que rige su comportamiento ("Un robot no puede causar daño a la humanidad o, por inacción, permitir que la humanidad sufra daño."). En manos de un escritor menos talentoso, lo que se narra en esta primera parte hubiera servido para llenar las más de 400 páginas de esta novela, pero aquí los acontecimientos se suceden con tanta agilidad que en apenas 100 páginas Demerzel concluye su función y desaparece misteriosamente.

La segunda parte nos muestra cómo Hari Seldon reemplaza a Demerzel como valido del emperador Cleon I durante sus últimos años de vida. Seldon continúa el desarrollo de su teoría de la psicohistoria, pero le toca vivir en primera persona las evidencias del declive del Imperio Galáctico. Las reflexiones agridulces sobre la pérdida gradual de todo cuanto amamos en la vida se incrementan en la tercera parte, centrada en Dors, la esposa de Seldon, cuya naturaleza no humana se revela finalmente. Así, en la cuarta parte, un anciano Seldon, que también ha perdido a su hijo adoptivo Raych y afronta los últimos años de su vida, se vuelca en su nieta Wanda, quien resulta tener unos poderes mentales que le permiten leer la mente de las personas y en cierta forma empujarlas a hacer algo. Una idea que Asimov desarrollará varias novelas después en "Segunda Fundación".

En "Hacia la Fundación" se pone claramente de manifiesto que varias décadas en el oficio han hecho a Asimov mejor escritor: la caracterización de los personajes principales es muy buena, los párrafos explicativos complementan con mayor vigor sus habituales y amenas conversaciones, la sensación de verosimilitud en la sociedad futura que nos muestra es apabullante y los hallazgos para dotar a su psicohistoria del carácter de verdadera ciencia social, incuestionables. Pero no sólo eso: con "Hacia la Fundación" Asimov da una auténtica exhibición a la hora de atar cabos sueltos y dar coherencia a 50 años de trabajo, emparentando incluso con éxito la saga de "la Fundación" con la de "los Robots". Además, es una acertada visión de la evolución física y mental de un ser humano (Seldon) a lo largo de su vida. Que culmina con un maravilloso epílogo escrito en primera persona por Seldon previa a su fallecimiento, y se cierra con la reseña de la Enciclopedia Galáctica sobre su vida y obra. Una reseña particularmente emotiva, pues es fácil establecer el paralelismo con el propio Asimov y su por entonces inminente muerte.

Es cierto que la última parte pierde algo de fuerza con respecto a las otras tres, hasta el extremo que puede sospecharse que Asimov dejara estructurada esta parte sin llegar a terminarla, y fueran su esposa o su hija quien lo hicieran (o quizá fuera él pero en condiciones de deterioro muy grande). Asimismo, tampoco hay un elemento de intriga que se aclare en el desenlace como es costumbre en muchas de las obras del Buen Doctor. Por eso y por algún otro pequeño detalle en mi opinión esta novela no llega a las excelencias de "Preludio a la Fundación", pero se queda sólo un escalón por debajo, y facilita en gran medida la comprensión y el disfrute del resto de las novelas de la saga. Así que no se la pierdan.

"El despertar del Leviatán" (2011). James S A Corey

Mi recorrido por los autores y las obras más relevantes del subgénero de la ciencia-ficción dura continúa avanzando con la presente entrad...